Si las vacunas que tenemos funcionan o no -y hasta qué punto- contra ómicron es algo que iremos conociendo con más detalle con el paso de los días. Así funciona la ciencia. Evoluciona según ocurren los hechos y se acumulan evidencias.
Pero los primeros estudios, rápidos, no definitivos y sin ser revisados por pares, traen buenas y malas noticias.
Esta nueva variante de coronavirus parece tener mayor capacidad de escapar la inmunización, pero las investigaciones disponibles indican que nuestras vacunas seguirán protegiendo contra los cuadros más graves de la enfermedad.
Claro que esto seguirá dependiendo de muchos factores. No reacciona igual una persona joven y sana que una persona anciana o con algún otro factor de riesgo, por ejemplo.
El grado de protección varía según cada individuo y no es una ciencia exacta.
Aquellos que ya cuentan con una dosis de refuerzo parecen estar mejor protegidos contra el virus y esto también incluye a la nueva variante.
Ómicron preocupa porque es la variante más mutada hasta la fecha.
Este miércoles, Pfizer y BioNTech, creadores de una de las vacunas más administradas en el mundo, presentaron los primeros informes preliminares sobre la protección contra ómicron.
Una vez más, son datos que hay que interpretar como los primeros indicios disponibles. Ni sus hallazgos son definitivos ni tenemos suficiente información de otros fabricantes como AstraZeneca, Moderna, Sinopharm, Sinovac o Sputnik V, por citar otras vacunas que se están administrando en América Latina, por ejemplo.
Los análisis de Pfizer indicaron que el efecto protector cae drásticamente contra la nueva variante. Sin embargo, agregaron que una dosis de refuerzo aumenta considerablemente la defensa del sistema inmunológico contra ómicron.
Varios países, especialmente los de más recursos, han comenzado a administrar una tercera dosis a su población, lo cual ha generado debates éticos sobre si es más prioritario reforzar aún más la protección de ciudadanos de países ricos o asegurar que los países más rezagados cuenten con más vacunas.
Según un comunicado de Pfizer, el plasma de las personas que recibieron dos dosis de la vacuna actual contra la covid tuvo una reducción media de 25 veces la neutralización contra ómicron en comparación con las versiones anteriores del virus.
Esto, agregaron, indica que dos dosis de Pfizer podrían no ser suficientes para proteger contra la infección de ómicron.
Sin embargo, “las personas vacunas todavía parecen estar protegidas contra las formas más graves de la enfermedad”.
La buena noticia es que la dosis de refuerzo de Pfizer parece ofrecer dicha protección.
“De acuerdo a datos preliminares, una tercera dosis provee un nivel parecido de anticuerpos neutralizantes contra ómicron que dos dosis contra otras versiones del virus”, dice el comunicado.
De igual forma, Pfizer/BioNTech agregó que se encuentra desarrollando una vacuna específica contra ómicron, que esperan podría estar lista en un período de 100 días, en marzo, siempre pendiente de aprobación regulatoria.
Desde Sudáfrica, país donde se detectó por primera vez ómicron, los primeros estudios -sin ser revisados por pares- apuntan en la misma dirección que las investigaciones de Pfizer.
Al analizar los anticuerpos de 12 personas que recibieron la vacuna de Pfizer (la mitad de las cuales también habían sido infectadas previamente con el coronavirus y la otra mitad no), los investigadores notaron que los anticuerpos producidos eran mucho menos efectivos para prevenir la infección contra ómicron.
Sin embargo, la percepción de Alex Sigal, virólogo del Instituto de Investigación en Salud de África en Durban y autor del estudio, es que aunque cree “que habrá mucha infección”, no está seguro si eso evolucionará hacia una situación de colapso sanitario, dijo al periódico The New York Times.
La buena noticia aquí es que el virólogo inicialmente temió que, frente a un virus tan mutado, las vacunas resultarían totalmente ineficaces, pero no es el caso.
Sigal agregó que aún será necesario estudiar más a fondo los efectos de las dosis de refuerzo de las vacunas, pero sospecha que “cuantos más anticuerpos tenga, mejor le irá” contra la nueva variante.
Vale la pena recordar que las vacunas desencadenan una reacción inmunitaria que va mucho más allá de la producción de anticuerpos, una reacción que no se mide en los estudios enumerados aquí.
“Todavía es muy probable que las vacunas protejan a la mayoría de las personas contra las formas graves de la enfermedad porque entrenan al sistema inmunológico mucho más que para producir anticuerpos neutralizantes”, explica el experto en salud y ciencia de la BBC, James Gallagher.
“Las células T, que actúan sobre una infección, son mejores para lidiar con las variantes, ya que atacan diferentes partes del virus”.
En resumen, que los primeros estudios preliminares apuntan a que, si bien parece perderse protección contra casos de reinfección, se espera que sigamos protegidos contra cuadros graves de la enfermedad y que, además, aún teniendo en cuenta que merme la capacidad de nuestros anticuerpos, la respuesta de las células T siga siendo un arma fiable para luchar contra el virus.
Otro estudio preliminar, no revisado por pares y patrocinado por los fabricantes de vacunas, evaluó específicamente la efectividad de las dosis de refuerzo (en este caso, las de Pfizer y Janssen) en 65 individuos.
Aunque no es específico sobre ómicron, el estudio sugiere que la dosis adicional de la vacuna “aumenta las respuestas de anticuerpos en personas que habían sido vacunadas al menos seis meses antes” con la vacuna de Pfizer.
Sin embargo, los investigadores señalan que aún se desconoce cuánto durará este refuerzo de la protección.
Por ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la expectativa es que las vacunas continúen siendo efectivas contra ómicron.
“Tenemos vacunas altamente eficientes, que han demostrado ser efectivas contra todas las variantes hasta ahora, en términos de prevenir formas severas de covid-19 y hospitalizaciones. No hay razón para creer que será diferente” con ómicron, dijo a la agencia AFP Mike Ryan, director de emergencias de la OMS.
De cualquier modo, gobiernos y científicos permanecen alertas y monitorean a ómicron a medida que avanza.
“Una onda grande y repentina del ómicron todavía puede causar problemas, incluso si solo causa síntomas leves para la mayoría de las personas”, explica el reportero James Gallagher.
“Si los pocos que tienen casos graves de covid-19 se infectan con ómicron al mismo tiempo, eso podría volver a presionar los sistemas de salud”, agrega Gallagher.
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