Este año veremos una gran cantidad de misiones a la Luna, después de un año en el que no hubo ni un solo aterrizaje lunar.
La NASA lanzará su programa Artemis y está patrocinando una serie de misiones para entregar equipos y suministros a la Luna, que serán utilizados por futuros astronautas.
India, Japón, Rusia, Corea del Sur y Emiratos Árabes Unidos también lanzarán misiones lunares este año. Y además de países, varias empresas también se apresurarán a alcanzar el satélite de la Tierra este 2022.
Todas estas misiones serán vuelos espaciales sin tripulación y, en su mayoría, sentarán las bases para una presencia humana sostenible en la superficie de la Luna en menos de una década.
Pero ese no es el objetivo final: la creación de una estación espacial lunar es solo un paso en el camino hacia misiones tripuladas al planeta rojo, Marte.
La Dra. Zoë Leinhardt, astrofísica de la Universidad de Bristol, Reino Unido, cree que este año veremos el comienzo de una nueva carrera espacial que incluye a nuevos países.
Si bien muchas de esas misiones tienen como objetivo investigar la Luna en sí, algunas tienen aspiraciones más elevadas.
“Algunas misiones tienen miras a largo plazo en un campo más amplio. Las misiones a la Luna son tanto una prueba de concepto como una oportunidad para probar nuevas tecnologías y colaboraciones”, dice Leinhardt.
Entonces, ¿de qué se trata cada misión y cuál es su objetivo? Esto son los planes para explorar la Luna este año.
El ambicioso programa espacial Artemis de la NASA tiene como objetivo volver a llevar humanos a la Luna para 2025.
Este marzo, la misión Artemis-1 comenzará a sentar las bases para ese ambicioso objetivo.
La misión no estará tripulada, excepto por un “Moonikin” (del inglés “Luna” y “maniquín”), que ocupará el asiento del comandante en Artemis I. Se trata de un maniquí realista que lleva el nombre de Arturo Campos, quien fue clave para traer el Apolo 13 de regreso a la Tierra de manera segura.
El papel de Campos será probar el mismo traje espacial que usarán los astronautas de Artemis durante el lanzamiento, la entrada y otras fases dinámicas de sus misiones.
El nuevo Space Launch System (SLS) de la NASA, el cohete más poderoso del mundo, lanzará la misión y llevará una nave espacial Orión alrededor de la Luna para probar la seguridad del vehículo de la tripulación.
La NASA observará de cerca los datos sobre el escudo térmico de Orión durante su reentrada a la Tierra de alta velocidad a casi 2.760 grados Celsius.
Este año también veremos otro elemento clave del programa Artemis dar un gran paso hacia adelante.
Capstone -experimento de navegación y operaciones tecnológicas del sistema de posicionamiento autónomo cislunar- es la misión pionera del programa Artemis.
La NASA lanzará un satélite del tamaño de un horno de microondas o CubeStat, la nave espacial de Capstone, también en marzo de 2022, para probar una órbita centrada en la Luna, que gira junto a ésta mientras orbita la Tierra.
El objetivo es garantizar la seguridad de los astronautas en viajes futuros.
“El objetivo final es Marte”
La información que se obtendrá con esta prueba ayudará a validar los modelos operativos para otro componente clave del programa Artemis: el Gateway.
La NASA lo describe como “un puesto avanzado de usos múltiples que orbita la Luna y que proporciona un apoyo esencial para el regreso humano a largo plazo a la superficie lunar”.
Si todo va según lo planeado, en 2025, Artemis-3 será el primer alunizaje desde la misión Apolo 17,en 1972. La misión también incluirá a la primera mujer astronauta y la primera persona negra en llegar a la Luna.
La Dra. Hannah Sargeant, científica planetaria de la Universidad de Florida Central, EE.UU., señala que este enfoque sobre la Luna es parte de una visión más amplia. El Gateway también está diseñado como un puesto de apoyo para la exploración del espacio profundo.
“Las misiones robóticas a la Luna son uno de los primeros pasos en esa hoja de ruta, que conducen a una estación espacial lunar, una base lunar y, en última instancia, misiones tripuladas a Marte”, explica.
Otras naciones y empresas también han puesto sus ojos en la Luna este año.
Algunas de ellas realizarán investigaciones, y otras entregarán suministros y equipos.
Dos años después de que fallara un alunizaje anterior, la Organización de Investigación Espacial de India (ISRO) está planeando una misión de exploración lunar llamada Chandrayaan-3.
Una nave espacial con un vehículo lunar y un módulo de aterrizaje estacionario se lanzará en el tercer trimestre de 2022.
Japón, además, tiene dos ambiciosos proyectos lunares este año.
La Agencia Espacial Japonesa (JAXA) planea lanzar un módulo de aterrizaje lunar en abril de 2022.
Denominado SLIM (del inglés: Smart Lander for Investigating the Moon), demostrará técnicas precisas de aterrizaje lunar y reconocerá cráteres lunares aplicando tecnología de sistemas de reconocimiento facial.
El telescopio espacial de la Misión de Espectroscopia e Imaginación de Rayos X (XRISM) también estará a bordo.
Y la compañía espacial japonesa ispace también enviará un módulo de aterrizaje a la Luna en la segunda mitad de 2022. La Misión 1 (M1) es parte del programa de exploración lunar comercial de JAXA, Hakuto-R, a través del cual dos robots exploradores serán desplegados.
Uno de ellos está construido por JAXA, un rover de dos ruedas a pequeña escala que explorará la superficie de la Luna. El otro rover que desplegará la compañía japonesa es de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y se llama Rashid.
Es un vehículo de cuatro ruedas encargado de probar el suelo de la Luna.
La información que se obtendrá con esta prueba ayudará a validar los modelos operativos para otro componente clave del programa Artemis: el Gateway.
La NASA lo describe como “un puesto avanzado de usos múltiples que orbita la Luna y que proporciona un apoyo esencial para el regreso humano a largo plazo a la superficie lunar”.
Si todo va según lo planeado, en 2025, Artemis-3 será el primer alunizaje desde la misión Apolo 17,en 1972. La misión también incluirá a la primera mujer astronauta y la primera persona negra en llegar a la Luna.
La Dra. Hannah Sargeant, científica planetaria de la Universidad de Florida Central, EE.UU., señala que este enfoque sobre la Luna es parte de una visión más amplia. El Gateway también está diseñado como un puesto de apoyo para la exploración del espacio profundo.
“Las misiones robóticas a la Luna son uno de los primeros pasos en esa hoja de ruta, que conducen a una estación espacial lunar, una base lunar y, en última instancia, misiones tripuladas a Marte”, explica.
Otras naciones y empresas también han puesto sus ojos en la Luna este año.
Algunas de ellas realizarán investigaciones, y otras entregarán suministros y equipos.
Dos años después de que fallara un alunizaje anterior, la Organización de Investigación Espacial de India (ISRO) está planeando una misión de exploración lunar llamada Chandrayaan-3.
Una nave espacial con un vehículo lunar y un módulo de aterrizaje estacionario se lanzará en el tercer trimestre de 2022.
Japón, además, tiene dos ambiciosos proyectos lunares este año.
La Agencia Espacial Japonesa (JAXA) planea lanzar un módulo de aterrizaje lunar en abril de 2022.
Denominado SLIM (del inglés: Smart Lander for Investigating the Moon), demostrará técnicas precisas de aterrizaje lunar y reconocerá cráteres lunares aplicando tecnología de sistemas de reconocimiento facial.
El telescopio espacial de la Misión de Espectroscopia e Imaginación de Rayos X (XRISM) también estará a bordo.
Y la compañía espacial japonesa ispace también enviará un módulo de aterrizaje a la Luna en la segunda mitad de 2022. La Misión 1 (M1) es parte del programa de exploración lunar comercial de JAXA, Hakuto-R, a través del cual dos robots exploradores serán desplegados.
Uno de ellos está construido por JAXA, un rover de dos ruedas a pequeña escala que explorará la superficie de la Luna. El otro rover que desplegará la compañía japonesa es de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y se llama Rashid.
Es un vehículo de cuatro ruedas encargado de probar el suelo de la Luna.
La misión lunar de Rusia para 2022 se llama Luna 25.
Será la primera misión del país a la superficie lunar en 45 años y se espera que sea la primera en aterrizar en el polo sur lunar, el área que la NASA está considerando para misiones lunares tripuladas.
La agencia espacial rusa Roscosmos ha programado el lanzamiento para julio de 2022.
La agencia espacial de Corea del Sur, el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea, lanzará el Orbitador Lunar Coreano Pathfinder (KPLO) a la Luna un mes después, en agosto de 2022.
KPLO estudiará la superficie de la Luna y ayudará a planificar futuras misiones a los polos lunares.
Robots comerciales de la NASA
Las empresas privadas también están imbuidas en la fiebre por ir a la Luna.
Como parte de un programa de la NASA llamado Commercial Lunar Payload Services (CLPS), las empresas competirán para proporcionar servicios de transporteen la superficie de la Luna.
Intuitive Machines, con sede en Houston, EE.UU., tiene como objetivo utilizar un robot lunar de seis patas llamado Nova-C para transportar cargas útiles a la superficie de la Luna a principios de 2022.
Astrobotic Technology, con sede en Pensilvania, EE.UU., lanzará una misión posterior a mediados de 2022. La Peregrine Mission 1 de la compañía llevará cargas útiles de investigación científica con un módulo de aterrizaje de cuatro patas en forma de caja.
Las empresas privadas también están imbuidas en la fiebre por ir a la Luna.
Como parte de un programa de la NASA llamado Commercial Lunar Payload Services (CLPS), las empresas competirán para proporcionar servicios de transporteen la superficie de la Luna.
Intuitive Machines, con sede en Houston, EE.UU., tiene como objetivo utilizar un robot lunar de seis patas llamado Nova-C para transportar cargas útiles a la superficie de la Luna a principios de 2022.
Astrobotic Technology, con sede en Pensilvania, EE.UU., lanzará una misión posterior a mediados de 2022. La Peregrine Mission 1 de la compañía llevará cargas útiles de investigación científica con un módulo de aterrizaje de cuatro patas en forma de caja.
La Dra. Sargeant dice que muchas de ellas investigarán el entorno lunar con el propósito de encontrar formas de proteger a las tripulaciones y equipos ante cualquier peligro, como el polvo lunar y el intenso viento solar.
Las misiones también brindarán a los científicos la oportunidad de probar el equipo prototipo y los experimentos que pueden utilizar para generar recursos como el agua.
“Queremos asegurarnos de que estas máquinas funcionen antes de enviar a nuestros equipos allí, los cuales dependerán de los valiosos suministros que generan”, dice la científica.
“A la larga, estos suministros podrían usarse para producir el combustible necesario para enviar misiones a Marte.
“La Luna también actúa como un banco de pruebas para las tecnologías que nos gustaría usar algún día en el planeta rojo. Está mucho más cerca de ‘casa’ con solo tres días de distancia, en lugar de un mínimo de seis meses necesarios para llegar a Marte”.