Londres (EFE). Unos científicos en EE.UU. han creado un modelo que permite analizar las confusas condiciones de los primeros momentos de creación de la Tierra, en plena erupción volcánica y cuando era alcanzada por asteroides, informó hoy la revista “Nature”.
El equipo dirigido por Simone Marchi, del Instituto de Investigación del Suroeste, averiguó mediante su reconstrucción que la superficie terrestre quedó modificada por los impactos y efectos de ese primer periodo, lo que explicaría que no se hayan encontrado rocas de esa época.
La Tierra se formó en el llamado eón Hádico, una división de la escala temporal geológica que va desde hace 4.567 millones de años a hace 3.800 millones de años, cuando comienza el eón Arcaico. Las mayoría de las rocas más antiguas que se conocen son de hace 3.800 millones de años.
Los expertos coinciden en que, hace unos 4.500 millones de años, la Tierra y la Luna recibieron el impacto constante de asteroides, como demuestran los cráteres lunares, pero el tiempo y la magnitud de estos impactos, así como su efecto en la evolución terrestre, son menos conocidos.
A través de su modelo, basado en el ejemplo de la Luna, el equipo estadounidense concluyó que “los grandes impactos hicieron que la corteza terrestre se transformara, un hallazgo que podría contribuir a explicar la ausencia de rocas terrestres tempranas y la distribución del circón”, el mineral más antiguo conocido de la Tierra, “superviviente” del periodo Hádico.
Los investigadores sostienen que la vida que emergió de ese periodo “era probablemente resistente a las extremas condiciones que existían en ese momento”, según lo publicado por “Nature”.
Durante el periodo Hádico, se cree que el Sistema Solar se estaba formando dentro de una gran nube de gas y polvo y que la Tierra se constituyó cuando parte de esta materia se transformó en un cuerpo sólido.
Este es el período durante el cual se formó la corteza terrestre, que, como constatan los expertos, sufrió muchos cambios debido a las numerosas erupciones volcánicas y otros fenómenos.