La cima de una montaña de 3.000 metros de altura en el norte de Chile explotará este jueves para abrir paso al telescopio infrarrojo más grande del mundo. La explosión de un millón de toneladas de roca es para crear una superficie plana sobre la que construir el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT).
En su centro, se ubicará un espejo del tamaño de media cancha de fútbol.Este instrumento, prometen sus impulsores, permitirá a los astrónomos observar el espacio con más detalle que nunca antes.
La explosión en Cerro Amazones en el norte de Chile ocurrirá entre las 16.30 y las 18.30 horas GMT y será transmitida en directo por el Observatorio Europeo del Sur (ESO).
“Este telescopio es realmente un paso inmenso en términos de escala, es mucho más grande que cualquier otro”, dijo Aprajita Verma, científica de la Universidad de Oxford, quien forma parte del equipo británico del E-ELT. “Nos dará una visión mejor y más profunda del Universo”.
Una vez que la montaña esté aplanada, comenzará la construcción del E-ELT que –según se espera- tomará menos de 10 años.
Cielo despejado
El lugar, en el medio del desierto de Atacama –y cerca del Telescopio Muy Grande (VLT)– fue elegido porque ofrece unas condiciones de observación cercanas a la perfección: la mayor parte del año su cielo está completamente despejado.
La aridez también supone que hay muy poco vapor de agua que nuble su visión del espacio.
Uno de los desafíos más grandes será crear e instalar el espejo principal del telescopio, de 39 metros de ancho.
Estará formado por 798 espejos hexagonales más pequeños, cada uno de 1,4m de ancho y menos de 50mm de grosor.
Una compañía vinculada a la Universidad Glyndwr en Gales está desarrollando los prototipos.
La tecnología permitirá al telescopio capturar 15 veces más luz que cualquier otro telescopio óptico y creará imágenes con una definición 16 veces mejor que el Telescopio Espacial Hubble, que orbita por encima de la Tierra.
“Este telescopio será tan poderoso que recogerá suficiente luz como para mirar el límite observable del Universo: poco después del Big Bang, cuando se formaron las primeras estrellas y galaxias”, explicó Verma. “Seremos capaces de ver el momento en que se encendió el Universo”.
La investigadora sostiene que también aportará una visión detallada de los exoplanetas, otros mundos más allá del Sistema Solar. “Vamos a poder ver directamente los planetas, observar sus atmósferas y potencialmente buscar señales de vida”, añadió Verma.
El Observatorio Europeo del Sur, responsable de la construcción de este enorme telescopio, está formado por 15 estados miembro.
El proyecto que este jueves comienza a consumarse costará más de mil millones de euros, unos U$1.300 millones.