“Esta pandemia nos está quitando a nuestros sabios”, dice con la voz quebrada Zebelio Kayap, líder indígena de la Organización de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (Odecofroc). Kayap habla con indignación sobre lo que ocurre en las comunidades de los pueblos awajún y wampis.
“Hasta ahora han fallecido 35 personas por coronavirus en las comunidades awajún y wampis. Uno de ellos ha sido Santiago Manuin”, señala Kayap sobre las cifras de víctimas mortales que reportan los líderes indígenas de la región.
Santiago Manuin luchó por su vida durante dos semanas. El líder indígena awajún que sobrevivió a una ráfaga de metralleta durante el conflicto ocurrido en Bagua en el año 2009 —denominado Baguazo—, falleció el miércoles 1 de julio víctima de COVID-19.
El líder peruano, Manuin, murió en la ciudad de Chiclayo, un día después de haber sido internado en el hospital Luis Heysen Incháustegui, y tras haber pasado varios días en el Hospital Héroes del Cenepa, de Bagua, donde no había oxígeno para su atención. El pedido de ayuda para Manuin recorrió las redes sociales desde el 18 de junio, cuando se encontraba en el centro de salud de Santa María de Nieva, capital de la provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas.
Perú es uno de los diez países a nivel mundial con mayor número de contagios por coronavirus y actualmente supera las 300 mil personas positivas al virus. Según la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica y la Red Eclesial Panamazónica actualmente existen en Perú 3639 indígenas confirmados con COVID-19 y la cifra de fallecidos alcanza 379, números que lo ubican como el segundo país Amazónico, después de Brasil, con mayor cantidad de casos de indígenas afectados por la pandemia.
La sabiduría que se pierde
“Los líderes que se han adelantado serán los guías espirituales de nuestras luchas y siempre los tendremos presentes”, dice Wrays Pérez, presidente del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, quien precisa que son varios los líderes indígenas del pueblo awajún que han fallecido debido a la pandemia del COVID-19.
Pérez recuerda el legado de Manuín, líder indígena reconocido mundialmente por su lucha en la defensa de su territorio, quien en el año 1994 recibió el Premio Reina Sofía por su defensa de la Amazonía y del Medio Ambiente, y 20 años después fue reconocido con el Premio Nacional de Derechos Humanos en Perú.
El mismo día que falleció Manuin, el 1 de julio, murió también Francisco Juwao Untsumak, quien ha sido alcalde de Santa María de Nieva, en la provincia de Condorcanqui, en más de una oportunidad.
Entre los líderes awajún que se han ido a consecuencia del COVID-19 también figuran Hernán Kinin Inchipish, comunicador de la Organización Regional de Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte del Perú (ORPIAN-P) y de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y su hermano, el profesor Arturo Kinin Inchipish. Ambos formaban parte del grupo de procesados por lo ocurrido en la estación de Petroperú en el año 2009 en un juicio que aún no termina.
Pérez, el líder Wampis, recuerda también a otros líderes indígenas que han perdido la vida en el último mes como Jabian Antun, exconsejero regional de Amazonas; Marcial Trigoso, también exalcalde de Condorcanqui y funcionario del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana; Solicio Impi, expresidente de la Federación de Comunidades awajún del Bajo Santiago (FECAS) y el profesor Gerardo Shimpukat, impulsor de la educación indígena. En la lista están también Vicente Esash, Alejandro Paati, Carmen Wasmit, Melida Yanua e Hilda Nachijan, considerados sabios del pueblo awajún.
“Es el olvido y el abandono del gobierno. Una deuda histórica que tiene el Estado con nosotros. Vamos a cumplir 200 años de independencia, pero el gobierno no hace nada por los pueblos de la frontera Amazónica”, agrega Pérez, del pueblo Wampis.
Wrays reclama por la muerte de los líderes indígenas y de todas las víctimas del pueblo awajún y wampis que han fallecido a consecuencia del COVID-19. “Esto no nos debilita, por el contrario, nos fortalece”, agrega Pérez desde la comunidad de Galilea, en Río Santiago, uno de los tres distritos fronterizos de Condorcanqui.
El líder Wampis también señala que han enviado una carta al gobierno para que atienda de manera urgente a las comunidades indígenas de la región ante el avance del coronavirus, pero de no ser escuchados, no descarta presentar una demanda ante el gobierno.
En la región Amazonas la cantidad de personas positivas al virus se ha duplicado en las dos últimas semanas. Según las cifras oficiales de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Amazonas, para el 15 de junio, 1214 personas habían dado positivo al coronavirus y 33 habían fallecido a consecuencia de este mal. Para el 5 de julio el reporte de la Diresa de Amazonas indicó que son 3192 casos positivos y la cifra de muertos subió a 99 personas.
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Aglomeración por la entrega de bonos
Durante los primeros meses de la pandemia, los territorios de las comunidades de la región Amazonas permanecieron aislados, con sus fronteras cerradas y una vigilancia estricta. Sin embargo, el retorno de los indígenas que vivían en otras ciudades del Perú y el desplazamiento de la población para recibir los bonos que entrega el Estado echó por tierra las medidas de prevención que habían adoptado las comunidades awajún y wampis.
Evelio Paz Tume, jefe de la Microred de Huampami, en el distrito fronterizo del Cenepa, cuenta que durante el mes de abril no se presentaron casos de COVID-19 en las comunidades indígenas de la región. “Las comunidades cerraron sus fronteras y no dejaban pasar a nadie”. Sin embargo —agrega Paz— a partir del decreto supremo que emitió el gobierno el 14 de abril para autorizar el traslado de personas que se encuentran fuera de su residencia o lugar de trabajo habitual la situación empezó a cambiar.
“El retorno de los migrantes debía ser bajo ciertos criterios de bioseguridad pero algunos no se cumplieron y hubo personas que hasta se escaparon de los lugares donde debían cumplir la cuarentena”, comenta Paz.
La situación se agudizó con la entrega de los bonos para la emergencia decretada por el gobierno. “Así se inició la transmisión comunitaria. Días después del cobro de bonos había pacientes con sintomatología”, dice el jefe de la Microred de Huampami, quien ahora se recupera del mal causado por el coronavirus.
Paz cuenta que él y el personal de su centro de salud se desplazaron a las cuatro comunidades —Huampami, Mamayaque, Wawain y Pampa Entsav— donde se entregarían los bonos. “Visitamos las tiendas para recomendar que implementen todas las medidas de bioseguridad, solicitamos que se entreguen mascarillas, e instalamos kits de lavado de manos en puertos, plazas y tiendas”.
Pero la aglomeración no pudo evitarse. “La gente de todo el distrito, de alrededor de 70 comunidades, se concentró en esos cuatro lugares para cobrar los bonos y los beneficios del programa Juntos”, dice el obstetra. Además —refiere Paz— llegaron comerciantes para vender sus productos. Días después de esas aglomeraciones recibieron llamadas de personas que reportaban síntomas de una “gripe muy fuerte”.
Según el Mapa de la pobreza distrital y provincial 2018, la provincia de Condorcanqui se ubica entre las diez más pobres del Perú. “Hay un alto índice de desnutrición infantil, VIH, diabetes e hipertensión arterial”, refiere el obstetra Paz, jefe de la Microred de Huampami.
Shapiom Noningo Sesen, secretario técnico del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, señala que los pueblos awajún y wampis acataron la cuarentena desde que el gobierno determinó la emergencia en todo el Perú. “Cerramos las fronteras y el ingreso a las comunidades. Funcionó dos meses, pero luego retornaron los hermanos indígenas que estaban en las ciudades y se quedaron sin trabajo y sin dinero. Así empezaron los contagios”.
Noningo también se refiere al pago de bonos como una de las causas de la expansión del contagio. “En mi zona, en el distrito de Río Santiago, la entrega de bonos se hizo en junio y los hermanos tuvieron que movilizarse hasta centros poblados donde ya está presente la pandemia. Han viajado a la comunidad de Belén, donde había casos de COVID-19. Ahora ya se están presentando los síntomas en otras comunidades”, explica el líder indígena.
El dirigente de la Nación Wampis asegura que lo mismo sucedió en los distritos de Morona y del Cenepa. El coronavirus se extiende ahora por las cuencas de los ríos Morona, Pastaza, Cenepa, Corrientes y Santiago. “Pese a la autorización de un fondo millonario para las comunidades indígenas hasta el momento los medicamentos y los implementos de bioseguridad no existen en las comunidades y el personal de salud ha renunciado por temor al contagio”, sostiene Noningo.
Noningo reclama a los gobiernos locales y regional. Según comenta, sus pedidos no han sido atendidos por el presidente regional Óscar Altamirano. Mongabay Latam llamó al gobernador regional para consultar sobre la situación de las comunidades awajún y wampís de Amazonas, pero no obtuvo respuesta. Desde su oficina ofrecieron devolver la llamada pero hasta el cierre de esta edición no lo hicieron.
El Ministerio de Desarrollo e Inclusion Social (Midis) indicó que el pago de los bonos a los hogares beneficiarios se realiza a través de empresas transportadoras de valores (ETV). Estos carritos pagadores —señala el Midis— representan un mecanismo de pago seguro frente a la emergencia, pues cuentan con las medidas de seguridad sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud (MINSA), que incluyen el descarte previo de COVID-19 al personal.
En la respuesta escrita que enviaron a Mongabay Latam, el Midis asegura que “no existe ninguna evidencia ni análisis epidemiológico que compruebe que existe un vínculo entre el operativo de pago de los diferentes subsidios monetarios y alguna posibilidad de contagio de la población” y precisa que “ya existían casos oficiales detectados en todo el corredor amazónico donde se han desarrollado los operativos de pago antes de que estos se inicien”.
Este ministerio precisó que los pagos de los bonos se realizan en coordinación permanente con los alcaldes y jefes comunales, así como con las direcciones regionales de salud y de cultura, y la asignación de los lugares de pago se determina de acuerdo con la residencia que los beneficiarios han consignado en sus DNI.
El Midis también descartó la posibilidad de que la entrega del subsidio del programa Juntos sea una fuente de contagio.
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Las carencias en las comunidades de frontera
Paz se refiere a las carencias que existen en los centros de salud en esta región Amazónica. El obstetra que actualmente se recupera del mal causado por el coronavirus señala que desde el inicio de la emergencia sanitaria solicitaron a la Red de Salud de la provincia de Condorcanqui y a la Diresa de Amazonas que les envíen medicamentos, implementos de bioseguridad, pruebas rápidas y oxígeno para atender a los afectados por COVID-19.
El jefe de la Microred Huampami señala también que en el centro de salud que dirige solo quedan cuatro personas de las 22 que había antes de la pandemia. Este centro está a cargo de la red de postas de salud del distrito del Cenepa. “Son 20 centros que debe atender a una población que supera las 15 mil personas en 72 comunidades y no tenemos un solo médico”, agrega.
Chavez Wajuyat Shimbucat, integrante del SAMU indígena (Sistema de Atención Móvil de Urgencia) ha recorrido ocho comunidades de la zona fronteriza entre Perú y Ecuador. En ese trayecto ha atendido a más de 300 personas que presentaban los síntomas de COVID-19. “Los puestos de salud no cuentan con medicamentos. Algunos hasta han cerrado por falta de personal. Hemos conseguido donaciones de medicinas para entregar en las comunidades, pero no es suficiente. Los hermanos indígenas están usando las plantas tradicionales”.
Wajuyat hace un recuento de los fallecidos en los territorios indígenas. Dice que en el Cenepa han muerto siete personas y en Santa María de Nieva fueron dos más. También menciona que luego de la entrega de los bonos por la emergencia se extendió el contagio en toda la región.
De acuerdo con información enviada por el Ministerio de Salud a Mongabay Latam, para el 3 de julio, en la provincia de Condorcanqui se tiene registrado 529 casos de Covid-19, con mayor concentración en la localidad de Nieva, y en el distrito de Imaza, de la provincia de Bagua, se han reportado más de 406 casos de Covid-19.
“No hay medicamentos ni personal médico en los puestos de salud. El gobierno no ha tenido en cuenta a la región Amazonas”, agrega Zebelio Kayap sobre la situación sanitaria que enfrenta la región.
El dirigente de Odecofoc reclama por la falta de previsión frente a la pandemia. No se implementaron las postas. Nosotros advertimos que si el virus llegaba a nuestras comunidades sería devastador, pero el gobierno no prestó atención a nuestros reclamos”.
El domingo 5 de julio, la Defensoría del Pueblo informó que 19 establecimientos de salud de las provincias de Condorcanqui y Bagua han cerrados. Las razones: el personal de salud se contagió de COVID-19 y estos centros no cuentan con personal para reemplazo.
La situación de los puestos de salud de la región Amazonas se conoció luego de que la Defensoría supervisara, de manera remota, los 133 centros de salud ubicados en ambas provincias de la región Amazonas, que concentran 387 localidades indígenas y 94 313 personas de los pueblos awajún y wampis.
En Condorcanqui están cerrados 13 puestos de salud, provincia en la que hasta el momento se han reportado 240 casos positivos y 10 personas fallecidas, indica la Defensoría del Pueblo. En tanto, en Bagua, donde se han cerrado seis puestos de salud, se han registrado 63 casos positivos y una persona fallecida.
“Hay que buscar una solución pronto. Las personas que están en esas comunidades no acceden a tratamiento y son casi 100 mil personas en los pueblos awajún y wampis. La región Amazonas requiere urgente atención”, señala Nelly Aedo, jefa del Programa de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo.
El Ministerio de Salud (Minsa) indicó que mantiene contacto permanente con las redes y microrredes de salud en el territorio amazónico y precisó que la Dirección de Pueblos Indígenas u Originarios del Minsa ha llevado pruebas rápidas, pruebas moleculares, medicinas para tratamiento del Covid-19 y otras patologías, así como concentradores de oxígeno, ventiladores, mascarillas de uso comunitario, y equipos de protección para el personal de salud de la zona.
En la respuesta escrita que envió a Mongabay Latam, el Minsa señaló que hasta el momento se ha distribuido cerca de 690 mil unidades de equipos de protección para el personal de salud en la región Amazonas y se ha dotado de balones de oxígeno a los establecimientos de salud. También menciona que se han entregado 40 concentradores de oxígeno y que esta semana se distribuyen otros 40, además que se adquirirán 1200 concentradores de oxígeno que serán destinados exclusivamente a los establecimientos de salud que atienden a poblaciones indígenas.
El artículo original de Yvette Sierra Praeli fue publicado en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
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