Para el biólogo y herpetólogo José Antonio Ochoa, el Santuario Nacional Pampas del Heath ha sido el ecosistema que más le ha impresionado entre todas las áreas naturales protegidas que ha recorrido. Esta sabana rodeada de selva tropical se ubica dentro del Parque Nacional Bahuaja Sonene, en el límite entre Perú y Bolivia y es uno de los lugares menos explorados del territorio peruano.
En ese espacio único fue hallada una nueva especie de serpiente, Bothrops sonene, cuyo nombre es un homenaje al lugar donde fue encontrada. Su descubrimiento se produjo durante una de las expediciones del proyecto de Monitoreo Integral de Biodiversidad de la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene —ubicado en las regiones de Puno y Madre de Dios— que lleva a cabo la Sociedad Zoológica de Frankfurt (SZF) junto al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP).
Pero no ha sido el único hallazgo. Desde el año 2013, cuando se inició el proyecto de monitoreo, se han encontrado dos especies de arácnidos, por lo menos un par de especies de reptiles y anfibios y un ave, comenta Ochoa, quien fue parte del equipo de investigadores de la Sociedad Zoológica de Frankfurt.
“Cuando encontramos una nueva especie, estamos cubriendo la falta de información que tenemos en Perú. Eso contribuye a tener una mejor idea de la diversidad que tiene el país, entender el ecosistema y tomar decisiones adecuadas sobre sus recursos”, dice Ochoa.Lee más | Científicos logran encuentro con singulares orcas que podrían ser una nueva especie marina
Una nueva especie para la cienciaSegún el artículo publicado en Zootaxa, la Bothrops sonene es una especie endémica que se distingue fácilmente de sus congéneres por tener una coloración verde claro con unas pequeñas manchas en forma de C en el dorso y por la forma peculiar de sus escamas en la cabeza y el cuerpo.
Pertenece a la familia Viperidae, que incluye a serpientes altamente venenosas conocidas como jergones. Forma parte del grupo de especies Bothrops neuwiedi que habitan desde el noreste de Brasil hasta el sur de Argentina, pasando por Bolivia, Perú, Paraguay y Uruguay. Con este descubrimiento “aumenta la diversidad conocida del género Bothrops en el ecosistema único y poco conocido de Pampas del Heath”, señala el artículo, además que destaca su gran diversidad de especies.
La mayoría de las 45 serpientes conocidas de este género habitan en Sudamérica —dice la publicación— en un área que se extiende a la Caatinga y el Cerrado, en Brasil; y el Chaco, en Argentina, e incluye bosques estacionalmente secos y bosques húmedos y sabanas, ubicados entre los bosques tropicales del Amazonas y el Atlántico.
Ochoa explica que hasta el momento han recolectado tres ejemplares de Bothrops sonene, pero que la especie es fácil de ver en las Pampas del Heath. “En días soleados, entre las 10 de la mañana y el mediodía se puede ver con facilidad, pero es muy difícil de capturar”. El científico explica que, además de los tres individuos, se ha estudiado un cuarto espécimen que se encontraba en la colección del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. La serpiente de este museo se ha convertido en el holotipo, es decir, el individuo que representa a toda la especie, menciona el investigador.
El herpetólogo Roy Santa Cruz, coautor de la investigación, señala que durante las expediciones se levantó información detallada de flora y fauna. “Es un lugar único en Perú con muchas especies propias. Pronto daremos a conocer novedades para la herpetofauna, que aumentará el número de especies tanto de anfibios y reptiles para Perú. Los estudios están en curso”.
El también investigador del Museo de Historia Natural de la Universidad San Agustín de Arequipa explica que descubrir una nueva especie permite confirmar que existen lugares con una gran importancia biológica, como las Pampas del Heath, donde cada especie es un eslabón importante para su funcionamiento. Por ejemplo, dice, la serpiente venenosa recién hallada es uno de los animales que controla a las poblaciones de roedores.
César Aguilar, jefe del departamento de Herpetología del museo, recuerda que ya existía este registro de la serpiente, pero que el trabajo realizado en diferentes tiempos por herpetólogos de varias instituciones ha permitido recolectar una muestra más amplia. “En biología la variación es importante porque se puede hacer un mejor análisis y un diagnóstico más detallado. Me alegra que hayan podido describir una especie que se sabía que existía, pero a cuyo hábitat era muy difícil de acceder”.
Aguilar recuerda que durante el proceso de investigación la científica argentina Paola Carrasco, experta en serpientes venenosas e integrante del equipo de investigación de la Bothrops sonene, se encargó del estudio del animal que está en la colección del museo en Lima.La versión completa de este reportaje de Yvette Sierra Praeli fue publicada en Mongabay Latam. Puedes leerla aquí.
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