Para quienes viajan constantemente es incómodo tener que estar cambiando de SIM cada vez que llegan a un nuevo país o llenarse de pequeños cuadritos de plástico que no vuelven a usar. Es aún peor si al regresar a su casa no encuentran su SIM habitual y deben comunicarse con su operador.
Desde hace algunos años, en el sector de las telecomunicaciones se viene hablando de la eSIM, un pequeño chip integrado en el dispositivo que hace posible que cambiar de un operador móvil a otro no requiera una larga fila en una oficina ni la instalación del mencionado plástico en el celular.
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Cada vez más, los operadores le apuntan a disminuir el tamaño de estas minitarjetas. Empezaron con las SIM, luego llegaron las micro-SIM, nano-SIM, y ahora buscan prestar su servicio a través de la eSIM, que vendría en el teléfono por defecto.
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Con la e-SIM (que ya viene incorporada en el dispositivo), cuando un usuario contrate un plan de datos, la compañía le proporcionará un código QR para escanear con el celular. Así se descarga el plan para el servicio pospago y se almacena en el equipo. El cambio de operador se hace mediante un nuevo código. Si lo desea, podrá tener hasta cuatro planes en un mismo dispositivo y cancelar el que ya no use.
Un estudio de Ericsson Mobility de 2016 sostiene que de los 28.000 millones de dispositivos que se conectarán en 2021, aproximadamente 16.000 millones serán destinados al IoT. Según la GSMA ese será el escenario de mayor impacto de esta tecnología.
Fuente: El Tiempo de Colombia / El Comercio
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