Era la crónica de una muerte anunciada que finalmente se hizo oficial: Microsoft dejará de invertir en su sistema operativo Windows 10 Mobile.Las alarmas se encendieron cuando uno de sus máximos responsables, Joe Belfiore, respondió a preguntas de los usuarios en Twitter que le preguntaban si debían elegir Windows Mobile para sus nuevos terminales.
“Mantendremos nuestro soporte en la plataforma: soluciones para bugs, actualizaciones de seguridad, etc. Pero no estamos enfocados a diseñar nuevas funcionalidades”, publicó.
Ante el aluvión de comentarios recibidos, Belfiore justificó su decisión de tirar la toalla y “dejar morir” Windows Phone.“Nos esforzamos mucho por incentivar a los desarrolladores de aplicaciones. Les pagamos dinero, diseñamos aplicaciones para ellos... pero el volumen de usuarios es demasiado bajo para que la mayoría de las empresas inviertan”, dijo Belfiore, quien también confesó haberse cambiado al sistema Android por la diversidad de sus apps y hardware, siguiendo el ejemplo de Bill Gates.Parece que, al menos por el momento, Android e iOS no tendrán competencia en el mercado de las plataformas móviles (si es que Windows Phone lo fue alguna vez).Pero ¿cuáles son los motivos por los que el éxito de Microsoft en los equipos de escritorio no se repitió en los dispositivos móviles?
1. Entrada tardía en el mercadoLa tardía aparición de Windows Phone, lanzado oficialmente a finales de 2010, es un elemento clave de su fracaso según la mayoría de expertos.“Apareció en el mercado demasiado tarde, varios años después de los iPhone y cuando Android ya tenía un gran porcentaje de ventas para distintas marcas de celulares. Es decir, llegó a un mercado que ya estaba colapsado”, dijo a BBC Mundo Jorge Pávez, experto en informática y profesor en la Universidad Mayor de Santiago de Chile.Así, para cuando Windows Phone comenzó a hacerse conocido, la gran mayoría del mercado ya había elegido su plataforma favorita.El ingeniero Balaji Viswanathan vivió este proceso desde dentro de la compañía, ya que fue desarrollador de Windows Phone en 2009. “iPhone solo existía desde hacía dos años y todavía era posible que Microsoft lo alcanzara. Sin embargo, Windows Phone 7 fue retrasado y no vio la luz verde hasta casi dos años después. Este retraso fue lo que perjudicó a Microsoft; iOS y Android son mucho más ágiles”, dijo a BBC Mundo.La compra de la división móvil de Nokia en 2013 fue otro intento frustrado de Microsoft por atraer clientes a su sistema. En el último trimestre de 2016, y según estudios de firmas como Gartner o IDC, los usuarios de Windows no eran más que el 0,2 o 0,3% del mercado móvil global.
2. Pocas “apps” disponiblesEste reducido número de clientes motivó, tal y como reconoció Belfiore en Twitter, el escaso interés por parte de las empresas de desarrollar aplicaciones para Windows Mobile.Así, una de las mayores frustraciones de sus clientes era buscar apps en el catálogo y comprobar cómo muchas de ellas no estaban disponibles en la “Windows Store”. O si lo estaban, en ocasiones, se trataba de versiones anteriores o con menos funcionalidades que las disponibles en Android e iOS.Según datos de marzo de 2017, las aplicaciones disponibles en el sistema operativo móvil de Windows no llegaban a las 700.000. Apple y Google Play tienen hasta tres y cuatro veces más en sus catálogos, respectivamente.“Windows Phone nunca fue algo a tener en cuenta. Su inconsistente base de usuarios no suponía un incentivo para los desarrolladores de apps, lo que provocaba a la vez que el número de usuarios no creciera. ¿Conoces a alguien con un Windows Phone?”, dijo en declaraciones a BBC Mundo Dennis Yu, experto en tecnología y marketing digital.
3. Replicar el sistema de los equipos de escritorioLos expertos consideran que la estrategia de Microsoft de trasladar a móvil algunos de los programas y aplicaciones más exitosos de sus sistemas en equipos de escritorio no fue para nada acertada.“Intentaron combinar una experiencia móvil y de escritorio, sin ser satisfactorio en ninguno de los casos”, dijo Dennis Yu. En opinión del experto, esta incursión en el mundo móvil “es el sello distintivo del mayor fracaso” de Microsoft.“Nadie quiere llevar su computadora de escritorio en el teléfono. Y el teléfono no es un navegador web más pequeño. Las aplicaciones más populares son creadas específicamente para móvil -haciendo uso, por ejemplo, de la cámara y el GPS-, no trasladadas al teléfono desde el escritorio”.El último modelo de Windows 10 Mobile trató de atraer a los usuarios permitiéndoles ejecutar las mismas “aplicaciones universales” tanto en sus PC como en sus teléfonos móviles, pero el concepto tampoco resultó.
4. No priorizar el mercado de los teléfonosQue Microsoft contara ya con áreas de trabajo y productos tan grandes y exitosos como el Windows de escritorio o las herramientas de Office provocó que la empresa no dedicara toda la atención necesaria para su inmersión en el mundo de los teléfonos inteligentes.Así, parecía complicado que lograra tener éxito frente a una compañía cuya prioridad máxima era un teléfono, como era el caso de Apple con iPhone.“Competir en teléfonos es una locura para Microsoft cuando su verdadera fortaleza radica en el ámbito empresarial”, dijo Viswanathan.“Uno de mis colegas tuvo la idea de una ”app store“ (tienda de aplicaciones) antes que Apple y ningún otro en la industria, pero la empresa descartó la idea. Y en lugar de reaccionar rápido en 2007, esperó hasta 2009 para lanzarse al ataque en el área móvil. E incluso entonces fue confuso, atacando desde múltiples frentes y perdiendo fuerza”, recordó el exdesarrollador de Windows Phone.“Yo creo que el lanzamiento móvil sí tenía cierto sentido en su momento, ya que había muchos cambios en la compañía -como, por ejemplo, la llegada de Windows 8- y realmente era una atractiva nueva forma de utilizar un smartphone. Pero claramente el tiempo, el poco apoyo de Microsoft y el escaso mercado hicieron que finalmente se dieran por vencido”, afirmó el experto Jorge Pávez.
5. Diferencias en su interfazOtro detalle que parece no haber convencido a los clientes de Windows Phone es su interfaz de usuario, con una apariencia no tan amigable e intuitiva.Según Pávez, “este sistema operativo tiene grandes diferencias en la interfaz con respecto a sus otras dos competencias, por lo que cambiar hacia Windows es un poco más complejo para el usuario”.“Definitivamente, desde la perspectiva del consumidor, el sistema operativo de Windows no proporciona una experiencia tan buena como Android o iOS”, dijo el director de investigación de dispositivos móviles en Europa de IDC, Francisco Jerónimo.Ahora está por ver si Microsoft renuncia definitivamente al mercado de los teléfonos inteligentes.A principios de este año, la compañía informó que trabajaba en una nueva versión de Windows 10 que se ejecutaría en todo tipo de computadoras y que haría posible que las aplicaciones de terceros se adaptaran sin tener que codificar una versión “universal” especial.Se anunció que el sistema operativo se lanzaría en 2018.