La actriz Jane Fonda marchó el viernes por el centro de Washington, desde el Capitolio hasta la Casa Blanca, en protesta por la crisis climática y contra “el rol de las guerras y del ejército de EE.UU.” en el calentamiento global.
Fonda marchó acompañada de medio millar de manifestantes que proferían gritos como “hay que hacer la tierra grande de nuevo, no a Estados Unidos”, “Jane acaba con la lucha” o “Esto no es un simulacro, nuestra casa está en llamas”.
El grupo Fire Drill Fridays (simulacro de incendio de los viernes), creado por la propia Fonda, organizó la marcha, la primera desde que sus integrantes comenzaran a protestar todos los viernes frente al Capitolio, hace cuatro semanas, con la detención de la artista en todas ellas, algo que no ocurrió hoy.
Fonda había prometido con anterioridad que continuará estas protestas durante los 14 viernes que habrá de estar en la capital estadounidense con motivo de la producción de la serie “Grace and Frankie”, de Netflix.
La actriz tiene un amplio historial como activista en defensa de varias causas: En 1972, durante la Guerra de Vietnam, Fonda realizó una visita a Hanói y posó en algunas fotografías sentada en una pieza de artillería antiaérea vietnamita.
Para las protestas actuales contra el calentamiento global, Fonda se ha inspirado en la activista sueca Greta Thunberg, de 16 años, que ha incitado huelgas de estudiantes en todo el mundo que reclaman la atención sobre el problema del cambio climático.
Antes de caminar hacia la casa Blanca, la actriz pronunció una declaración en la que reivindicó que “el movimiento climático es pacífico, porque acabar con la guerra es acabar con el combustible” sobre un escenario al que también subieron los fundadores de la empresa Ben & Jerry’s, Ben Cohen y Jerry Greenfield, entre otros.