El actor argentino Ricardo Darín habló a EFE sobre las claves del éxito de su última película, “La odisea de los giles”, que presentó en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), sobre cómo ve a la Argentina actual y sobre la relación con su hijo, el también actor “Chino” Darín.
Tras el estreno internacional de “La odisea de los giles” en el TIFF, a donde asistió junto con el director, Sebastián Borensztein, y otro de los actores del largometraje, su hijo Ricardo “Chino” Darín, el intérprete argentino confesó a EFE su inmensa satisfacción por la “increíble” acogida que ha tenido la película.
Darín, que en 2017 ganó el Premio Donostia, en 2015 el premio Goya y en 2008 protagonizó “El secreto de sus ojos”, que obtuvo el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2009, también reveló la admiración que siente por su hijo “Chino” y la satisfacción que siente por su carrera profesional.
Un actor todoterreno que sobresale tanto en teatro como películas dramáticas o comedias, categoría en la que entra de lleno “La odisea de los giles”, a la pregunta de cómo ve la Argentina de hoy, si como una tragedia o una comedia, Darín responde como “una odisea”.
“Es una odisea la Argentina de hoy. Nos espera una larga batalla, una dura batalla, una vez más. Muy parecida a anteriores. Y eso lo convierte en una odisea”, explicó a EFE en Toronto.
“Pero la vamos a atravesar, primero porque tenemos un gran sentido del humor lo argentinos y segundo porque hemos encontrado una forma, lamentable tal vez, de gimnasia con respecto a las crisis. Las crisis no nos van a voltear. Es un poco como el final de 'La odisea de los giles'”, dijo.
La película, situada en la Argentina de inmediatamente antes y después del “corralito” de 2001, trata de la respuesta de los vecinos de una pequeña comunidad rural argentina al robo de los ahorros que tenían destinados para crear una cooperativa.
Darín señaló que el hecho de que toda la comunidad está implicada en la respuesta, desde la empresaria más acaudalada hasta el pescador más mísero, fue “una de las cosas que más gustó de la historia cuando leí 'La noche de la Usina', que es la novela en la que nos hemos basado para hacer esta película, escrita por Eduardo Sacheri”.
“Esa creo que es una de las claves, la reunión de estas personas tan distintas entre sí, a las que la vida los ha reunido con un propósito muy bueno, que era tener una cooperativa de trabajo y dar trabajo a todo el mundo”, señaló.
“Y sin embargo se encuentran que de repente les viene el sablazo, la guillotina les cae sobre la cabeza. Pero están juntos. Y eso me parece que es el corazón más fuerte que tiene esta historia, que desde el principio al final, llegan juntos, aún con todas las pérdidas que tienen en el camino, que son importantes”, añadió.
En la película, “Chino” Darín da vida a su hijo. Y aunque durante la presentación del filme en Toronto, Ricardo Darín bromeó que era “la primera y última película juntos”, el actor no puede ocultar su satisfacción con la colaboración fraternal.
“La tendencia natural del ser humano es creer que los hijos son siempre bebés, son criaturitas. Y la verdad es que anoche, parado ahí en el escenario, viéndolo, a parte de lo que le considero como persona, dije, es un hombre. Somos dos hombres, y si es muy fuerte”, confesó.
“Es muy gratificante, por un lado, me siento muy orgulloso por él. Pero también es un inexorable marcador del paso del tiempo. Entonces uno debe lidiar y convivir con eso con hidalguía”, añade con una sonrisa.
Darín también reveló que su hijo fue nombrado en honor a su padre, el también actor Ricardo Darín, a quien ve reflejado en “Chino”.
“Me siento muy bien. Sobre todo si tenemos en cuenta el caso mío que es que yo vengo de otro Darín que era mi padre. En realidad, nadie lo sabe, pero mi hijo se llama Ricardo no por mi, se llama por mi padre”, dijo.
El actor explicó además que nota “muchas cosas” similares entre su padre y su hijo, como si él hubiera sido “solo una excusa” para que ellos dos existieran.
“Por temperamento, por forma de ser, por capacidad de trabajo, por su ingenio. Los veo tan comunicados, tan conectados que me llama mucho la atención”, continuó.
“Y no se conocieron. Porque mi padre falleció una semana antes de que naciera mi hijo. Por eso se llama Ricardo”, terminó señalando.