SONIA DEL ÁGUILA
El tiempo parece ser su mayor obstáculo y la capacidad de cambiar de un personaje a otro su mayor virtud. Apenas culmina los ensayos de la obra “Cómo no hacer un musical”, en la que encarna a un entusiasta y divertido actor, Juan Carlos Rey de Castro corre a los sets de grabación de “Mi amor, el wachimán 3” para dar vida al malévolo y siniestro Gustavo de la Piedra.
¿Gustavo de la Piedra seguirá siendo tan despiadado?Mi personaje ha ido mutando. De ser un doctor aparentemente bueno, que le salva la vida a Catalina, pasó a convertirse en una persona trastornada, drogadicta, que termina en la cárcel por atropellar a un niño. Lo que se viene en la serie está muy bueno… Cuando crees que no hay más historias por ver, te das cuenta de que hay cosas aun más fuertes por contar.
A veces la gente no diferencia la realidad de la ficción. André Silva comentó que alguna vez intentaron pegarle porque su personaje (Duque) le disparó a Catalina. ¿Te pasó algo así?Gracias a Dios no me ha pasado. La gente ha sabido diferenciar al actor del personaje. Me saludan y recuerdan por mi trabajo en “Mi amor, el wachimán” y por “Vacaciones en Grecia”, serie en la que hice de bonachón.
¿Qué tal la experiencia de trabajar con tu pareja, María Grazia Gamarra (Catalina), en “Mi amor, el wachimán”?Prefiero no hablar sobre mi vida privada. Hay muchas cosas que las personas públicas se guardan.
Se rumorea que han terminado. ¿Todo está bien entre ustedes?Prefiero no comentar, prefiero hablar de mi trabajo, de lo que estoy haciendo, como la obra que estrenaremos el 30 de junio en La Estación de Barranco.
¿Te refieres a “Cómo no hacer un musical”?Sí, es una comedia muy divertida, donde también participan Daniela Camaiora, Gina Yangali y Braulio Chappell. Serán cuatro funciones: el 30 de junio, además del 7, 14 y 21 de julio en La Estación de Barranco.
DETRÁS DEL TELÓNCuatro jóvenes y talentosos actores se reúnen para confesarle al público las maravillas y secretos de un montaje profesional en “Cómo no hacer un musical”. “Se trata de una comedia que se burla del mundo de los musicales que, irónicamente, es el género con el que hemos crecido y trabajamos actualmente”, refiere Gina Yangali. Daniela Camaiora asegura que es una creación colectiva en la que han plasmado sus propias experiencias”. “Los personajes mantienen nuestros nombres, pero no somos nosotros”, aclara Braulio Chappell. “Le mostraremos al público lo que pasa detrás del telón”, acota Juan Carlos Rey de Castro.