Ahora que Jay Leno deja la televisión quizá el expresidente estadounidense Bill Clinton pueda encender menos nervioso la televisión las noches en casa, sin la expectativa de que el popular comediante vaya, ahí al filo de la medianoche, a hacer otro chiste a sus costillas.
Lo que para el exmandatario puede ser un alivio, para la televisión estadounidense y para uno de sus más emblemáticos programas de humor significa el cierre de una era: el popular presentador del “Tonight Show” deja esta jueves el programa que ha conducido desde hace 22 años en el canal NBC.
La verdad es que es la segunda vez que Leno deja el programa, aunque para efectos de la estadística NBC le mantuvo la antigüedad.
La primera fue en 2009, cuando los ejecutivos del canal creyeron que podrían llenar a relativamente menor costo el horario estelar con el Show de Jay Leno, normalmente transmitido tarde en la noche, y que sus leales seguidores agradecerían la oportunidad de disfrutar de su ídolo sin tener que trasnochar.
Pero ni el experimento atrajo a las audiencias como se esperaba, ni su sucesor en el espacio, Conan O´Brien, logró mantener el encendido, así que la televisora restableció al presentador en su horario original.
Segunda despedida
Así, por segunda vez en cinco años, los medios del país abundan en análisis sobre la trayectoria y el legado de Leno, tratando de establecer quién fue mejor, si él o su mítico predecesor Johnny Carson.
Además hacen cábalas sobre la suerte del sucesor al trono televisivo nocturno, Jimmy Fallon, quien asumirá el espacio a mediados de febrero, cuando el programa regresará a Nueva York, donde empezó en 1952.
Incluso, normalmente “serias” instituciones, como el Centro de Medios y Asuntos Públicos de la Universidad George Mason de Washington (CPMPA, por sus siglas en inglés) han aprovechado la salida de Leno para analizar su legado y su impacto en la cultura nacional.
Con Leno se va un estilo ácido de bromear usando temas de la coyuntura política nacional que sus seguidores echarán de menos, aunque quizás no tanto sus “víctimas” y particularmente su objetivo favorito: el expresidente Clinton.
Ni siquiera su competidor, David Letterman, quien desde 1982 conduce el programa “The Late Show” en la rival CBS, ha usado tanto al exmandatario como material de su programa.
Mejor que Bush
Un estudio del CPMPA determinó que desde 1992 hasta el 24 de enero de 2014, Leno hizo en el “Tonight Show” cerca de 44.000 bromas sobre políticos y celebridades.
De esas, más del 10% fueron vinculadas con Clinton. Empezaron cuando el exmandatario todavía no había llegado a la Casa Blanca y apenas despuntaba como una figura nacional.
El 25 de mayo de 1992, recién asumido el mando del Tonight Show, Leno dijo que “Clinton dice que está preocupado por la cantidad de sexo que ve en televisión”.
“Dice (Clinton) que de donde él viene el sexo es un asunto profundamente personal entre un candidato y los voluntarios de su campaña”, refiriéndose a uno de los muchos escándalos que acompañarían al demócrata en años por venir.
En 1998 en la cúspide del caso sobre la relaciones de Clinton con la pasante de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky, Leno llevó su bromas políticas a un promedio de 23 por noche, más que duplicando la media de nueve que hizo el año anterior.
“Los monólogos de Leno se enfocan en el poder y el escándalo, y Bill Clinton ofrece los dos en uno”, explica en la página web del CMPA su director, Robert Lichter.
Según el estudio, después de aquella primera broma vinieron 4.606 más sobre el expresidente. Esos son casi 1.400 más que los que hizo de George W. Bush, otro inquilino de la Casa Blanca que a la hora de la burla está entre los favorito de los comediantes estadounidenses.
Leno parece haber resuelto la eterna pregunta que se hacen muchos estadounidenses sobre quién ha sido mejor que quién en su tiempo en la Casa Blanca: para el comediante, sin duda, el “mejor” ha sido Bill Clinton.