DIEGO PAJARES
Ray Donovan es un ‘arreglador’ profesional. Trabaja para una agencia que representa a personajes ricos y famosos. Su labor es solucionar problemas de cualquier índole que ellos puedan tener (desde verse envueltos en una muerte hasta invasiones caseras), con mucho talento. Lo único que no puede arreglar son sus propios problemas: Mickey, su padre, ha salido de prisión después de 20 años e intenta volver a relacionarse con sus nietos y su nuera, a quienes Ray tiene algo descuidados. El experimentado actor Jon Voight interpreta a Mickey. Testigo de casi tres generaciones de cambio en la industria, Voight también se refiere al cambio trascendente de la TV en los últimos 15 años.
Tu personaje, Mickey, es uno de los suegros más interesantes de la televisión.Y uno de los más interesantes abuelos también [risas].
Y tiene una extraña relación con su nuera, la esposa de Ray Donovan. Se aman y se odian.Mi personaje es un criminal, ha estado 20 años en prisión, así que su puerta de entrada a la familia es su nuera, dado que su hijo, Ray Donovan, lo odia. Mickey es resbaloso, puede ser encantador cuando se lo propone, pero manipula y usa eso a su favor.
¿Mickey es muy diferente a otros personajes que has hecho en el cine? ¿Te consideras un ícono?¿Un ícono? ¡Dios mío, espero que no! Me he cuestionado las cosas que he hecho en mi vida. A medida que envejeces miras atrás y te das cuenta de que cometiste errores que no puedes arreglar. Eso te mantiene humilde y es la parte buena. La parte mala es que te arrepientes de algunas cosas, pero no, no me veo a mí mismo como un ícono.
Se dice que hoy en día se está viviendo una nueva época de oro de la televisión. Desde tu amplia experiencia, ¿qué piensas que está sucediendo en la pantalla chica?Lo que está pasando es que, dado que el cine se ha dedicado a reducir al mínimo el talento de los actores en los grandes filmes, la televisión comenzó a concentrarse en el drama serio, con directores serios como Martin Scorsese haciendo “Boardwalk Empire” y “Los Soprano”. Cuando ves a Bryan Cranston en “Breaking Bad”, dices: “Dios, este tipo es fantástico”. Y eso ya no tiene que pasar en las películas. Hay un renacimiento en esa área, es un momento emocionante en la historia.
¿Cuán extrema es la relación cine-actor?No tienes oportunidad de ejercitar tu verdadero talento. Tu talento es reducido al mínimo, solo apareces un par de minutos en la pantalla. El resto se lo dejan a los robots. No tienes chance de hacer un trabajo serio. Eso es lo que ha pasado.
Además de tus participaciones en series actuales como “24”, en tus inicios también estuviste en la TV. ¿Qué diferencias encuentras con la forma de hacer televisión hoy en día?Las series de televisión que hice cuando comenzaba mi carrera eran una escalera que te llevaba directamente al cine. Hoy, los mejores actores están haciendo televisión porque solo un puñado de ellos puede quedarse haciendo películas y tener suficientes personajes interesantes para hacer una carrera en el cine.
Con tantos papeles interpretados en tu carrera, ¿qué desafío representa para ti encarnar a Mickey?En algún sentido todavía estoy aprendiendo. Cada nuevo personaje es un desafío. No sabía cómo iba a interpretar a Mickey cuando me dieron el papel, pues acepté el trabajo de inmediato, pero ahora que lo conozco no me puedo quejar.