Las series de televisión Modern Family y Breaking Bad confirmaron su condición de favoritas y se coronaron hoy como mejor comedia y drama de la televisión en la 65 edición de los premios Emmy, los Óscar de la pequeña pantalla en EE.UU.
El actor Neil Patrick Harris fue el encargado de conducir la ceremonia que se celebró en el teatro Nokia de Los Ángeles y en la que los galardones estuvieron muy repartidos, aunque sin suerte para las nominadas latinas Sofía Vergara y Morena Baccarin.
Behind The Candelabra fue la vencedora absoluta en número de galardones este año tras sumar hoy 3 a los 8 técnicos que ya había logrado en otra gala el fin de semana pasado.
Además de ser el mejor largometraje televisivo, esta producción de HBO le sirvió a Michael Douglas y a Steven Soderbergh para hacerse con los primeros Emmy de sus carreras. Douglas como mejor actor en miniseries o telefilme y Soderbergh como director en esa misma categoría.
LUCHA DE SERIES DE TV No fueron los únicos poseedores de Óscar que se estrenaron en los Emmy, también David Fincher que consiguió el galardón de mejor realizador de serie dramática por House of Cards, que pasará a la historia como el primer premio de la Academia de la Televisión de EE.UU. para una producción emitida en internet.
Las series Modern Family, Veep, Breaking Bad y Homeland mantuvieron esta noche un interesante pulso por ver cuál se imponía como mejor comedia y mejor drama, una balanza que cayó del lado de Modern Family y Breaking Bad, respectivamente, tal y como adelantaban los pronósticos aunque su triunfo fue agridulce.
Tanto Modern Family como Breaking Bad vieron cómo se les escapaban varios Emmy interpretativos que parecían una apuesta segura.