La serie de Netflix “13 Reasons Why”, cuya segunda temporada se estrena este viernes, les ha convertido de la noche a la mañana en ídolos adolescentes. Dylan Minnette y Katherine Langford asumen con “responsabilidad” y “motivación” su repentina popularidad.
“El hecho de que nos reconozcan no deja de ser una consecuencia del impacto que ha tenido la serie a escala global, y en ese sentido es genial”, señaló Minnette en un reciente encuentro con periodistas en Roma. Eso sí, el calado de los temas que trata -acoso escolar, suicidio, abusos sexuales-, conlleva una presión añadida.
“Es importante tener una presencia positiva en las redes sociales, tenemos muchos seguidores -4,6 millones sólo en su Instagram- y eso conlleva una responsabilidad, yo trato de mostrar cosas positivas”, afirma el actor de 21 años y una larga carrera televisiva a sus espaldas.
“Pero al mismo tiempo procuro llevar la misma vida de siempre para estar saludable y feliz; hay muchas expectativas y nos gustaría estar ahí para todo el mundo, pero no puedes, tienes que buscar un equilibrio”, razona.
JÓVENES NORMALESAunque el papel de Clay Hansen es su primer protagonista, Minnette lleva trabajando desde los ocho años en series como “Prison Break”, “Grey's Anatomy”, “Lost” o “Scandal” y ha hecho pequeñas incursiones en el cine: “Let Me In”, Don't Breathe“, ”Prisioners“ o la reciente ”The Disaster Artist“.
Además, saca tiempo para la música: es el cantante y guitarrista de la banda Wallows. Durante la entrevista lleva una camiseta de Julian Casablancas, vocalista de The Strokes y músico en solitario, que no duda en calificar como su “ídolo”.
El caso de la australiana Katherine Langford, de 22 años, fue aún más radical. “Venía de Australia, no había hecho nada antes y de repente, el mayor éxito que ha tenido Netflix”, subraya la actriz, con más de 8,9 millones de seguidores en Instagram, pese a que solo tiene tres fotos.
“Ha sido un gran aprendizaje: los paparazzi haciéndote fotos, algunos periodistas, todo eso te da una comprensión del estado de nuestra cultura social”, asegura Langford, que además dice que no ha sido tratada de manera “diferente” por el hecho de ser una mujer joven.
“No me gusta que me llamen 'it girl' porque me hace sentir que soy insustancial y producto de un momento en el tiempo, cuando tengo claro que estoy aquí para quedarme”, advierte la actriz.
EL AMOR DEL PÚBLICOEn cuanto a la relación con los fans, tiene claro que lo bueno sobrepasa con creces los inconvenientes. “Suena a cliché pero me importan de verdad. Para alguien que está lejos de su casa, como yo, he encontrado en los fans mi segunda casa, sé que suena raro, pero es así, me aportan bienestar y motivación para el futuro”.
Aunque ninguno de los dos dice haber vivido o presenciado experiencias de acoso en el instituto, su participación en “13 Reasons Why” les ha ayudado a abrir más los ojos.
“No sólo por participar en la serie sino por todas las historias de gente que me ha contado casos similares, eso me hizo más consciente. Hacer de Hannah me hizo también más valiente: ahora, si veo algo que no me parece bien, me siento más empoderada para hablar al respecto”.
El hecho de que tanta gente haya conectado con lo que se cuenta y se haya atrevido, a raíz de ver la serie, a compartir sus experiencias más traumáticas es una prueba, según Langford, de la autenticidad y la seriedad de los guiones.
“Siento que a menudo se subestima el intelecto de la gente joven, y para mí, este respeto a la inteligencia del espectador es muy importante”, afirma.
La primera temporada de “13 Reasons Why” seguía los pasos de Clay (Minnette) en su investigación para descubrir porqué su compañera de clase, Hannah Baker (Langford), se quitó la vida, una investigación a través de una colección de casetes que la propia suicida dejó grabadas; mientras, la segunda entrega se centrará en el juicio y el proceso de recuperación de los personajes