Los primeros tres episodios de “La casa de papel” temporada 3 ofrecen poca novedad, sirven más para establecer las bases de la historia; información sobre la que se construye la promesa de algo distinto, donde todo tiene que irle mal al Profesor (Álvaro Morte) y su banda luego de un aparente éxito en el nuevo atraco.
Eso es justo lo que ocurre en el resto de la temporada: caos.
“La casa de papel” vuelve con eso que tanto te gustó en las entregas previas: los trucos donde el Profesor (Álvaro Morte) está siempre un paso por delante de las autoridades; pero al mantener el modus operandi el factor sorpresa desaparece para la audiencia... y también para la antagonista de turno: Alicia Sierra.
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La inspectora Sierra (Najwa Nimri) brilla en la recta final. Su personaje se construyó, poco a poco, como alguien de escasa moral para que, cuando no lo esperes, se revele como la única alma de toda España capaz de ver más allá de los planes del Profesor para combatirlo en su propio juego.
Esto lo consigue con la sangre fría que a Raquel Murillo (Itziar Ituño) le faltó en la temporada anterior, cuando dejó que sus sentimientos se entrometan en la persecución a la banda de los monos rojos. Una herida aún abierta en ella.
Que los trucos no cumplan la misma función de antes no significa que sean inútiles, en cambio están para forzar a los personajes a actuar. A cada jugada del profesor, Sierra tiene ofrece un camino nuevo para la Policía. Las decisiones del Profesor no solo golpean a sus oponentes, también a su propia gente, incluyendo a la inspectora Murillo al punto de que la relación entre ambos se resquebraja.
Mientras Sierra vive su mejor momento, Palermo (Rodrigo de la Serna) cae, pierde el escaso control que tenía sobre la toma de rehenes. Las heridas que ganó en la batalla son poca cosa comparadas a las de su corazón, lo cual se vuelve obvio en su encuentro más tenso con Nairobi (Alba Flores), a la cual intenta dominar.
Casi todos los personajes reciben espacio para crecer en la segunda mitad de esta temporada: Denver (Jaime Lorente) tiene que hacer las paces con su recién descubierta paternidad, pues sus decisiones afectan a otros; algo que consigue con la ayuda de Bogotá (Hovik Keuchkerian) y sus inesperados consejos. Helsinki (Darko Peric) muestra su lado más vulnerable, al igual que Nairobi. Incluso el acribillado Berlín (Pedro Alonso) tiene desarrollo.
Quienes destacan poco son Río (Miguel Herrán) y Tokio (Úrsula Corberó) al llevar al extremo las conductas erráticas que los caracterizaron; mientras que Mónica Gaztambide (Esther Acebo) no destaca por nada en particular.
Murillo, en cambio, vive su momento de gloria casi al cierre de la temporada, cuando vuelve a ser ella misma, la negociadora efectiva que conoce dónde están sus lealtades incluso en el peor de los momentos.
En resumidas cuentas, “La casa de papel” temporada 3 lleva a sus personajes a lugares desconocidos para ofrecer más tensión al espectador. El cliffhanger del final promete resolverse en la anunciada temporada 4, pero de momento el resultado es positivo. Vale la pena verla en maratón.
DATO
Todos los episodios de “La casa de papel” temporada 3 están disponibles en Netflix.