El mundo de las estrellas juveniles siempre tiene un delicado punto de quiebre: el momento en que dejan de interpretar a inquietos adolescentes para obtener roles más adultos y serios. Esto puede marcar el final de una carrera o una nueva etapa. María Gabriela de Faría, uno de los rostros latinos de Nickelodeon gracias a su protagónico en “Isa TKM”, cree que es posible equilibrar ambos.
Tras dos temporadas como Isa y otras tantas en “Grachi”, la venezolana apostó por historias dirigidas a un público mayor de edad con la telenovela “Virgen de la calle” y la película “Pacífico”. No obstante, cuando Nickelodeon la volvió a convocar para la nueva serie “Yo soy Franky” estuvo encantada de regresar al canal que le dio la fama.
“Sí, es posible encontrar el balance. He tenido mucha suerte porque no he pensado en eso. Se puede manejar entre cine y televisión. Para mí, es momento de seguir trabajando con el público juvenil en TV y, de repente, experimentar con el público adulto en el cine”, asegura la actriz que desea seguir sacándole el jugo a los roles adolescentes.
“No estoy apurada en hacer personajes adultos pues esto te alarga la carrera [risas]. Tengo 23 tampoco estoy tan vieja”, comenta, en entrevista telefónica desde Colombia, a propósito de su protagónico en “Yo soy Franky” que se estrena hoy.
CHICA ROBOT
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“Yo soy Franky”. (Video: Youtube)
Tras ver el primer capítulo, rodeada de todo el equipo en el estudio, María Gabriela confiesa que lloró. “Le hemos puesto mucho cariño. Realmente cumplió con las expectativas. Estamos orgullosos de nuestro bebe”, dice. Ahora solo espera que el resto de jóvenes latinos también se enamoren de la ficción que tiene aires a “La pequeña maravilla” en versión siglo XXI.
Franky, la chica robot, cuenta con acceso a Internet y una memoria expandible. Ella es de la científica Sofía Andrade (Paula Barreto) quien la acoge en su hogar como otro miembro de su familia. Todos juran mantener en secreto su identidad mientras ella va al colegio y trata de integrarse al mundo a pesar de no entender qué son los sentimientos.
“De hecho, las dos primeras semanas los camarógrafos me decían Vicky [risas]. La meta de Franky es infiltrarse entre los humanos y ver qué tanto puede humanizarse una máquina. Por ejemplo, los celos la recalientan. La crían en una familia con valores muy bonitos entonces ella se programa para hacer el bien. Es un robot bastante tierno”, indica la actriz.
VÉALA“Yo soy Franky”Lunes a viernes, 7 p.m.Nickelodeon.