En la oficina del abogado, María está feliz. Ella y su novio están a punto de firmar la hipoteca por 25 años del que será, está segura, su lugar en el mundo. Revisa el documento y se frena: no le gusta firmar con tinta negra. ¿No podría buscarle un lapicero de otro color? El detalle que revela su excesivo perfeccionismo detona la respuesta del novio nervioso: no se imagina 25 años ligado con una mujer tan controladora. Pide perdón y se va. Y con él, desaparece también su proyectado futuro impecable.
“Vida perfecta”, serie escrita, protagonizada y codirigida por Leticia Dolera, nos habla de aquellos momentos en que la vida nos pone de cabeza, pero también sobre el deseo femenino y la sexualidad diversa, la obsesión por el éxito, la perfección que la sociedad nos impone, y la frustración por no estar a la altura de esas expectativas. Su presentación en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián fue uno de los actos que mayor público congregó, teniendo en cuenta la popularidad del trío de actrices protagonistas: además de Dolera, Celia Freijeiro y Aixa Villagrán.
La vida de María se complica cuando, terminada su relación, se embaraza del jardinero de la casa de su amiga Cristina, un joven con discapacidad intelectual. Y todo por culpa de las drogas proporcionadas por su hermana Esther, artista plástica próxima a cumplir 40 años incapaz de vender un solo cuadro.
En la conferencia de prensa del festival, Dolera comenta que todos los periodistas le dicen que están sorprendidos por el retrato de la sexualidad femenina pintado por ella. Y, la verdad, a ella no le sorprende nada: “Esto es lo que yo vivo con mis amigas, esto es lo que compartimos, esto es lo que nos pasa”.
Para Dolera, ícono feminista en la península tras lanzar el año pasado su libro “Morder la manzana. La revolución será feminista o no será”, la serie producida por Movistar+ no intenta dar respuestas, sino formular preguntas en torno a las relaciones humanas y a todo lo que atañe a la sexualidad, algo que resulta liberador y catártico.
En “Vida perfecta” hay dos pensamientos enfrentados: seguir la vida que planificamos aunque ello nos lleve al sufrimiento, o dejar de perseguir sueños inalcanzables y poner atención a lo que tenemos al lado. Y aunque la serie tiene un marcado enfoque de género, mujeres y hombres nos identificamos con las tres protagonistas, pues todos hemos sufrido ansiedades parecidas.
—Perfección impuesta—
No se trata de una serie “solo para mujeres”, nos señala la actriz Celia Freijeiro, ya repuesta de la intensa presentación de la serie en el festival, la noche anterior. “‘Vida perfecta’ lanza un mensaje universal sin ningún juicio de valor ni moralismo”, afirma. Ella encarna el personaje de una mujer exitosa en su carrera como abogada y madre capaz de resolverlo todo. Y, sin embargo, profundamente insatisfecha de su vida.
“Mi personaje encaja perfectamente en esa construcción social de la Super-woman”, dice Freijeiro. “Es una imagen construida desde una perspectiva masculina, una mujer que puede con todo: una carrera brillante, dinero, una linda casa, un matrimonio estable, hijos adorables y vacaciones de verano. ¡Una triunfadora! Ha cumplido punto por punto con el manual de lo que una mujer debería ser para ser feliz. Pero un día se levanta y descubre que no está bien”, señala.
—Las redes críticas—
Es interesante que una serie producida por una empresa de comunicaciones critique tan lúcidamente la forma en que actualmente nos relacionamos con las redes sociales. Esther, papel que interpreta Aixa Villagrán, es una artista plástica frustrada por su poco éxito que cae en la frivolidad de falsificar su imagen para vender su obra.
“Lo que me parece interesante es cómo mi personaje, empujado por la sociedad, empieza un incómodo viaje en las redes. Es una artista que siempre ha creado desde la libertad, pero al cumplir 40 años se da cuenta de que no vende. ¿Y qué hace? Ofrecerse a través de las redes sociales para ver si así empieza a mostrar su trabajo. ¿Qué es lo más importante? ¿Crear desde las tripas, con libertad, o para el reconocimiento del público? Creo que las redes sociales en algunos casos distorsionan nuestra imagen, y que recién estamos aprendiendo a manejarlas”, dice.
—Mirada generacional —
Uno puede creer o no en las llamadas crisis de los 30, 40 o 50 años. Pero lo que sí es un hecho incuestionable es la crisis de la presbicia, defecto de la visión que todos, llegados a cierta edad, asumimos con la resignada aceptación del paso del tiempo en nuestros cuerpos. ¿Cómo la generación que representa la actriz y directora española asume el miedo al envejecimiento? La propia actriz lo confiesa: “Es un miedo que tenemos todos, vinculado a algo muy básico y animal: el miedo a la muerte. Pero es verdad que las mujeres tenemos un miedo extra: el que nos exige mostrarnos siempre jóvenes y disponibles. En cuanto a mi generación, enfrentamos el miedo de vivir, madurar y encontrar nuestro lugar en el mundo. Nos preguntamos si nos gusta la vida que llevamos, si podemos cambiarla, hasta cuándo podemos tomar otro camino y qué consecuencias tendrá”, nos dice.
Dolera interpreta a María, un personaje muy cómico porque asume el estereotipo de la mujer obsesionada por el control. ¿Este defecto representa la forma en cómo las mujeres asumen el camino al éxito personal?
Para la actriz barcelonesa, esta actitud tiene que ver con una herencia cultural: la búsqueda del “camino correcto”. “En el caso de María, su camino es formar la familia clásica. Para encontrar su lugar en el mundo y tener una vida estable, ella busca construir una familia clásica y heteronormativa, padre madre e hijos. Eso es lo que, según ella, le dará felicidad y estabilidad. Sin embargo, la vida no siempre es así”, señala.
En efecto, la serie escrita y codirigida por Dolera nos plantea casos en que la vida nos da la vuelta, dejándonos patas arriba. “Cosas así nos hacen replantear los cimientos que hemos construido. Y eso no tiene que ser algo malo”, explica la actriz.
Sin embargo, para la ingenua María, cambiar resulta terrible. Ella tiene idealizado los patrones familiares más conservadores. “Las generaciones más jóvenes están viendo que hay más opciones y más modelos de familia, que puedes vivir de más maneras. Estos son temas universales, tanto para hombres como para mujeres”, afirma.
Dolera espera que la serie española funcione bien en el público de América Latina, donde la pelea contra el machismo se vive a diario. Para ella, lo importante es construir referentes. Tanto de mujeres que destaquen en sus distintas profesiones como en historias donde sean ellas las protagonistas. “Verte representada en la ficción te ayuda. Ver que podemos vivir las relaciones o la maternidad de manera distinta es importante. Son temas de los que hoy podemos hablar, que hoy nos tocan a todos”, añade.
Emisión en Latinoamérica: Bajo demanda: El viernes 18 de octubre , los ocho episodios estarán disponibles en la app Movistar Play.
Canal lineal Movistar Series: Desde el domingo 3 de noviembre, un episodio por semana, por Movistar TV o por streaming en Movistar Play.