ANA VALENZUELA
“La diferencia con otros programas es que nos involucramos”, responde, convencida, Andrea Llosa al hablar de la alta sintonía que ha conseguido “Nunca más” los domingos, a las 7 de la noche. Con esa misma seguridad, la periodista añade que en estos tres años que lleva al aire el espacio en ATV, todos los casos presentados son reales. Tampoco se hace problemas ante las críticas o comparaciones con Laura Bozzo.
¿Que el caso tenga una alta dosis de drama es un requisito para que se vea en “Nunca más”?No diría dramático, sino intenso. ¿Qué es dramático? ¿Una persona que llora todo el tiempo? Lo más importante para mí es que la historia se soluciona. Hay mucha gente que llega al canal, se para en la puerta a esperar que una investigadora salga. Hay una lista de espera, ahora tengo unos seis casos.
¿Te parece válido mostrarte parcializada con una de las partes al presentar un caso?Me parcializo porque tengo evidencias contundentes. Ha cambiado mucho el papel del periodista. A la gente le gusta que el periodista se involucre. Me meto porque creo que las autoridades no responden. Si tengo al violador, lo voy a sepultar, quiero que se vaya preso.
¿Has traspasado los límites por tu apasionamiento? Debe ser, no lo tengo muy claro a veces. He tenido altercados complicados, nunca con lisuras, pero sí le he dicho varias verdades a quien llama prostituta a la mamá de sus hijos, me pongo pico a pico, le digo “cobarde y maricón”. Lo hago más allá de ser periodista, soy mujer y mamá. Soy la voz de la mujer maltratada, lo que no se atreven a decir, yo lo digo.
¿Crees que “Nunca más” tiene contenidos que no deberían ser vistos por los niños? Se ven cosas más fuertes en los noticieros de la mañana: atropellos y sangre, que en mi programa no se ven. Me llama la atención que muchas familias lo vean. Me escriben y me dicen que se sientan para debatir el programa. “Nunca más” no es tan agresivo como todo el mundo piensa. Creo que es un programa crudo y que la gente se engancha porque hay un final feliz, entre comillas.
¿Piensas que los gritos que muestran son necesarios para llegar al ‘final feliz’?Es normal que las familias se griten antes de amistarse, no sé si me dejo entender, las peleas son como rencores que tienen guardados, empiezas a discutir, pero al final logras que la familia se amiste. En el programa se da una conciliación. Los casos tienen un final, si no, a mí no me interesan.
¿El programa que alistas es una versión diaria de “Nunca más”?Hay un proyecto, el horario aún no se ha definido. Va por mi filón, no haré algo de espectáculos. Me interesa el público familiar, de la tarde.
¿Cambiaron los planes luego de que Ney Guerrero salió de ATV?No, todo sigue su proceso. Ney Guerrero trabajaba para el canal, le dijeron que colaborara con el proyecto que tenía con mi productora Jessica Maza. Ney es un productor al que respeto mucho, me llevo bien con él, pero justo nos abandona [ríe].
¿Cómo tomas que te digan que eres la nueva figura de ATV tras la salida de Magaly Medina?Me parece bien huachafo lo de llamar a una persona figura o talento [ríe]. Me da gracia porque hay muchos periodistas y conductores en el canal que son importantes. Sería soberbio decir que soy la figura, jamás lo diría.
¿De qué manera distribuyes tu agenda para pasar más tiempo con tus hijos?Mi vida familiar la valoro y no la negociaría. Estoy el fin de semana con mis hijos. Para mí, lo más importante es ser mamá, tengo una familia hermosa. Contrasta a veces un poco con mi personalidad [ríe]. Me encanta que mi hijo venga del colegio y me diga: “Mamá, hay un niño que vio el programa y me dijo si mi mamá era la que resuelve los casos”.
¿Tus hijos no ven “Nunca más”?No, porque no les llama la atención, pero tampoco me gustaría que lo vieran. Es un programa para grandes; hay temas que no quisiera que ellos estén viendo, no los van a entender, no me voy a poner a explicarles. Las preguntas que me harían... tienen 6 y 8 años, son muy chiquitos.