NORA SUGOBONO
Antonio Banderas celebra hoy, 10 de agosto, su cumpleaños número pausa para sorpresa 53. Lleva cerca de dos décadas compartiendo matrimonio y fortuna con Melanie Griffith, su segunda esposa. Las mismas décadas tiene de vida Stella del Carmen, única hija del actor y blanco más reciente de los paparazzi, allá por Beverly Hills. Más cifras. Fue hace 18 años que lo vimos besando explosivamente a Salma Hayek en la cinta de culto de Robert Rodríguez, El Mariachi. Y, casi diez, cuando lo escuchamos por primera vez como el genial Gato con Botas de Shrek. El tiempo pasa y Banderas no tiene ningún interés en ocultarlo. Envejecer con estilo es como le llaman a eso.
Melanie tiene los mejores recuerdos de Machu Picchu, señala apenas se entera que lo entrevista una peruana, con ese acento malagueño que lo convirtió en una estrella de Hollywood a mediados de los 90. No, nunca ha venido a nuestro país, pero confiesa que le gustaría mucho. La voz de Banderas es su sello de autor y eso lo sabe él mejor que nadie. El tono grave, impregnado de testosterona, todavía te obliga a detenerte y disimular el suspiro. Que ya pase el medio siglo no es un hecho que importe en absoluto. Pocas son las mujeres que podrían aguantar soltar una risita nerviosa la primera vez que lo escuchan hablar. Esta redactora no es de esas pocas.
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