ANA VALENZUELA
Ni el mismo Jaime Mandros, mejor conocido como Choca,termina de convencerse de que aún siga en carrera en El gran show y menos que goce de tanta popularidad. Ni yo creía que este gordito podía moverse, dice Choca sin dejar de reír. En el ritmo de esta semana todo es salto, parezco una frunacatoinga. No tengo el físico de los otros competidores, este gordito no puede levantar mucho la pierna, pero mi bailarina es una capa, añade el productor, al que hace tiempo le dejó de importar el qué dirán.
¿En las reuniones con los ejecutivos no confunden tu rol de jefe de producción de Canal 4 con el de concursante de un reality? En las reuniones de comité con los otros gerentes, con las otras jefaturas, primero es el bullying a Choca; me dicen: Te he visto, qué divertido. Luego ya entramos al tema que se tratará en el día. Sí, saben separar. A la misma producción de El gran show le he negado cosas. Si creían que podían usarme de comodín, se equivocaron.
¿La intensa rutina de baile te ha permitido bajar de peso? Sí, he bajado. Y quiero bajar unos diez kilos más. Quiero llegar a pesar 94. Cuando fui a Doctor TV , estaba en 114 y llegué a bajar a 97, pero he recuperado unos kilitos (risas). El doctor Borda, fuera de cámaras, me dijo que si seguía en ese ritmo, con suerte llegaría a 10 años más. Tenía colesterol, triglicéridos, todo, por eso bajé de peso. Aprendí a comer más sano.
¿El ritmo que muestras en la pista de baile viene de familia? Existe un ímpetu de fiesta por el lado de mis padres. Mi padre escuchaba rock pesado, salsa dura y jazz. De chiquito era el gordito que bailaba. En los tonos soy el que baila más, no el que toma. Bailo todo, pero me gusta escuchar música romántica.
¿Te gustaría conducir en la TV? Si me ponen a elegir ahora entre ser productor general o algo delante de pantalla, elijo la producción, aunque delante de pantalla se gana más [risas]. Este año cumplo 10 años en América Televisión, sin querer queriendo. Empecé cargando los zapatos de Fiorella Rodríguez en radio América, no me cansaré de decirlo.
¿Nunca te estresas? Sí, me dio un surmenage hace cuatro años. En un momento, mi cuerpo me dijo: Tranquilo. Terminé en emergencia. Casi vivía en el canal, hacía tres programas al mismo tiempo como productor. Aprendí cuáles son mis límites, aprendí a delegar.