La hija de Reina Pachas conquistó el corazón de un atractivo cónsul de la Embajada de Estados Unidos en “Al fondo hay sitio”.
William fue el encargado de atender a Reina y a sus hijos cuando estos fueron a solicitar la visa americana. La esposa de Luchito, en agradecimiento, le llevó un plato de sopa seca sin imaginarse lo que vendría después.
Al ver a Reina, el cónsul recordó a la hija de esta, Shirley, y reconoció que le parecía atractiva, motivando que la esposa de Luchito lo llevara a su casa para que vea a la joven.
Shirley quedó impresionada con el apuesto cónsul y no tardó en utilizar sus artimañas para atrapar a su nuevo pretendiente. Lo invitó a jugar a la botella borracha y terminaron besándose apasionadamente.