SONIA DEL ÁGUILA (@soniahafid) Redacción online
Quiero que mi nombre sea sinónimo de éxito y de confianza, quiero que la gente vaya a lo seguro y no fracase en los negocios, como yo alguna vez fracasé. Janet Barboza busca afianzar su labor como empresaria, al lanzar al mercado nacional la franquicia del centro de belleza que lleva su nombre. Un proyecto en el que ha enfocado, además de su tiempo, todos sus ahorros.
Con más de cuatro años alejada de la TV, la popular rulitos no piensa, por el momento, en retomar la conducción. Estoy viviendo uno de las mejores etapas de mi vida, asegura, tras esbozar una gran sonrisa, que pareciera amparar lo que dice. Estoy con una tranquilidad bárbara, sin la presión del ráting, ni el corre corre de los programas de TV. Estoy disfrutando de mi faceta empresarial y tengo la plena confianza de que la franquicia de Janet Barboza spa será un éxito a nivel nacional, agrega.
Enfocada al negocio de la belleza, la conductora del fenecido La alegría del mediodía asegura que las cirugías plásticas están quedando cada vez más relegadas, debido a la variedad de tratamientos no invasivos que han surgido en los últimos años. Alguien mayor de 40, 50 o 60 años ya no piensa en hacerse una cirugía para verse bien, hay otras técnicas que funcionan con resultados estupendos, comenta.
¿Las cirugías ya no son válidas? Son muy válidas porque vivimos en un mundo en el que nos piden constantemente tener buena presencia para acceder a algún puesto de trabajo o simplemente para sentirnos bien. Las mujeres después de tres embarazos quedan con la piel del abdomen flácida y estirada, para ello es recomendable una abdominoplastía. Creo que son muy buenas las cirugías, pero si puedes optar por un tratamiento no invasivo, por qué no hacerlo.
Magaly Medina alguna vez reveló algunos datos sobre tus cirugías. ¿Qué operaciones te has hecho? Para Magaly todo el mundo se ha hecho de todo y ella solo dos. Tengo un aumento de pechos, una liposucción a las caderas y una rinoplastía. En el rostro no tengo cirugía alguna, lo que tuve fue una parálisis facial en el lado derecho.
¿Ya superaste esa difícil etapa? Evidentemente fue duro, pero pude salir adelante. La recuperación de la parálisis es muy dolorosa, no se lo deseo a nadie. Los tratamientos de hormonas hacen que la cara se hinche y salga bello facial, por eso me cuidaba mucho de las cámaras, hasta que empezaron las especulaciones de que me había hecho cirugías.
¿Cuánto tiempo tardó la recuperación? Casi dos años, es lento, los nervios que se paralizan se recuperan apenas un milímetro al mes. Hay que tener paciencia, estar fuera de estrés y ver la vida con optimismo. Aprendí mucho de lo que me pasó.
¿Qué aprendiste de esa difícil experiencia? A valorar lo que tenga, a que las líneas de expresión son propias de la edad y hay que aceptarlas con alegría. Cuando la cara se me hinchó, no se me marcaba ni la sonrisa, no tenía expresión. No tienes idea lo difícil que fue.
¿Cómo te sientes ahora, a tus 39 años? Creo que llega un momento en la vida en que valoramos y destacamos la madurez. Toda mi vida he trabajado, muchas veces dejando de lado las cosas importantes o situaciones elementales, como levantarte y respirar aire fresco o ver un paisaje. He vivido muy apurada y eso no es bueno.
Llevas cuatro años alejada de la TV. ¿La extrañas? Al principio sí, ahora no. Siempre he creído que las situaciones se dan por algo, si hubiese estado en TV no hubiese podido desarrollar el tema de las franquicias. Es muy complicado hacer un programa diario, prácticamente me perdí la niñez de mi hija y los años que pierdes ya no los recuperas.
Desde tu posición como espectador, ¿qué opinas de la TV actual? El chisme es la vedette del día y los formatos funcionan bastante, pero todo pasa, tiene una etapa, no es para siempre. Aquel que crea que la TV es eterna, se equivoca. Hoy brillas y mañana serás una estrella eclipsada.
¿Te consideras una estrella eclipsada? Yo creo que estoy pasando por un buen momento, aposté por hacer empresa y me está yendo muy bien. Lo que más valoro es la paz y tranquilidad que actualmente tengo. Hacer cosas desagradables, solo por ráting, es lamentable.
¿Te arrepientes de algo que hiciste en TV? Me dejé envolver por la TV e hice cosas que no debí hacer. A un chico, cuyo nombre no recuerdo, lo hicimos participar en uno de los juegos de riesgo, donde un hombre lanzaba cuchillos. Un cuchillo le raspó la oreja, por suerte su lesión fue leve, el riesgo pudo haber sido mayor. Cuando estás en TV solo piensas en ganarle a la competencia, no mides las consecuencias.
¿Has recibido propuestas para volver a la TV? He recibido algunas ofertas, pero en esta etapa de mi vida no haría nada por ráting. Si decido volver será por algo que me apasione, como un programa sobre belleza, algo tranquilo, que me permita disfrutar de la vida y de mi familia. Me han propuesto hacer La movida muchas veces, pero no he aceptado porque cada cosa tiene su etapa. Claudia Portocarreo o Vanessa Jerí me parecen chicas estupendas para estar al frente de ese proyecto. También propuse a Mónica Cabrejos, pero no se dio.
Cuando salió a la luz tu romance con Jean Paul Strauss, muchos creyeron que se trataba de una estrategia publicitaria. Sin embargo, llevan más de un año juntos. ¿Cómo surgió el amor? Tenemos un año y dos meses. Ninguno de los dos esperábamos que pasara lo que pasó, pues somos personas distintas. Tengo que reconocer que al principio dudé que pudiera funcionar, porque se trataba de una persona con tres hijos, relajada…, pero decidí, contra todo pronóstico, estar con él y no me arrepiento de la decisión que tomé, porque nos va muy bien. Nos reímos mucho, es muy importante estar con alguien que te haga reír y que esté a tu lado cuando lo necesitas.
¿Es verdad que el tema del videoclip fue una excusa que Jean Paul buscó para llegar a ti? Es cierto, me dijo que quería hablar conmigo porque tenía una propuesta de trabajo para hacerme, pero como le dije que estaba con novio y no existía ninguna propuesta laboral real, inventó lo del videoclip. El videoclip tuvo la culpa, jajaja.