Amy Robach, una de las corresponsales del programa estadounidense “Good Morning America”, se realizó a inicios de octubre una mamografía al aire como parte de una campaña para crear conciencia sobre el cáncer de mama, sin imaginar el resultado que arrojarían los exámenes médicos.
Aunque durante la emisión del programa, la participación de Robach sirvió para ejemplificar lo rápida y sencilla que era la realización de una mamografía, los doctores llamarían luego a la periodista para practicarle más análisis y concluir que esta sufría de cáncer de mama.
Si te haces una mamografía al aire y logras salvar con ello la vida de una persona, entonces habrá valido la pena, me había dicho Robin Roberts, mi compañera en el programa. Jamás se me hubiera ocurrido que la vida que salvaría sería la mía, dijo Robach, quien confesó que aún no sabe en qué nivel se encuentra su cáncer.
Al principio estaba un poco indecisa (en hacerme la mamografía en vivo), declaró Robach hoy en su primera aparición pública tras el diagnóstico. Tengo 40 años y lo había estado postergando por años, añadió la periodista que está casada con Andrew Shue, actor de la serie Melrose Place, y que ha dicho estar dispuesta a practicarse una doble mastectomía.