Cuando uno ve una rata, la reacción normal es asustarse, gritar, salir corriendo o treparse a una silla. Precisamente eso asegura que hacía Analucía Rodríguez cada vez que veía una. Sin embargo, se animó a visitar el templo Karni Mata.
Cuenta una leyenda que todos los descendientes de Karni Mata, un erudito del siglo XVI, fueron reencarnados en ratas, por lo que deben ser veneradas y cuidadas como si fueran seres humanos.
Nuestra bloguera Analucía Rodríguez nos cuenta su interesante experiencia en un templo donde puedes ver a las ratas caminando, comiendo y siendo veneradas por los visitantes.
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