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Las manchas faciales son un problema estético bastante común en las mujeres. Resultan de la acumulación o aumento de melanina (pigmento) en la piel, provocando que esta pierda vitalidad y uniformidad.
Esta sustancia cambia de color cuando absorbe y dispersa la radiación ultravioleta del sol, distribuyéndose de forma irregular en el tejido cutáneo. Este es el principal motivo generador de las manchas en la piel.
Según Jocy León, especialista en medicina estética y directora de Beauty Clinic, el 63% de las manchas faciales son causadas por el foto-envejecimiento, es decir el daño acumulado durante años de exposición de tu piel al sol, y 13% al proceso de envejecimiento natural de la piel.
“El uso de protección solar durante todo el año es básico para prevenir manchas faciales. Es cierto que el sol es más agresivo durante el verano, pero también daña nuestra piel cuando está ‘nublado’. Los rayos del sol están presentes siempre y tienen la capacidad de 'atravesar' las capas de la piel”, asegura León.
León indica que existen diversos tratamientos médico-estéticos para combatir las manchas faciales, pero siempre será recomendable pasar consulta con un especialista que indique el tratamiento adecuado para la piel y lesiones de cada persona.
1. Continuar empleando protector solar. No queremos que nuestras manchas empeoren ni que surjan nuevas. Hay que aplicar la cantidad suficiente para cubrir la piel y renovar la dosis cada 2 o 3 horas.
Recomendamos el uso de protectores solares que ofrezcan cobertura frente a las radiaciones UVB, UVA e infrarrojo-A.
2. Tratamiento láser. Existen sofisticadas tecnologías de tipo láser para eliminar las manchas faciales sin dañar los tejidos sanos. El Laser Q-Switched es efectivo para tratar las pieles con manchas claras o con melasma.
Este láser emite picos de energía en tiempos extremadamente cortos (nanosegundos) que son absorbidos de forma selectiva por las manchas, “rompiéndolas para que el organismo elimine los residuos naturalmente.
El láser fraccionado de CO2 es otro y el más moderno, para este se necesita menos tiempo de recuperación, ya que “no toca” el tejido sano, se trata de un procedimiento gradual y seguro que estimula al cuerpo a sustituir la piel envejecida y foto-dañada por medio de la fototermolisis (sistema de fraccionamiento de la luz láser que permite una regeneración cutánea hasta de un 20% por sesión).
3. Peeling químico. Es un tratamiento médico-estético con diferentes aplicaciones entre las que destaca la eliminación o reducción de las manchas faciales.
El melasma es el tipo de mancha que responde mejor a este tratamiento. Se caracteriza por ser una mancha difusa, de color marrón y que se localiza principalmente en la frente, las mejillas y el labio superior.
4. Microdermoabrasión con punta de diamante. Es una exfoliación que se realiza a través de microcristales de óxido de aluminio. Se remueven así las células más superficiales de la piel para su renovación, y luego se aspiran las células muertas.
De esta forma mejora el tono, la textura y se favorece la regeneración celular.
5. Mesoterapia con ácido tranexámico. Este tratamiento consiste en la dosificación de un cóctel de ácido hialurónico y vitaminas para hidratar, revitalizar e iluminar la piel del rostro.
Este tipo de mesoterapia es especialmente eficaz en casos difíciles de melasma.
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