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Para muchos, debido al invierno, resulta casi imposible no bañarse con agua caliente. Sin embargo, las altas temperaturas podrían ocasionar una serie de repercusiones en nuestra piel. En esta nota te contamos dichos efectos.
Estimula la vasodilataciónEl agua caliente enrojece el cutis y si abusas de ella, el enrojecimiento puede volverse permanente y derivar en cuperosis, un problema de microcirculación en el cutis que requiere tratamiento para revertirlo o controlarlo, detalla el dermatólogo Ebert Quijano.
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Mejora la circulaciónFavorece la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Sin embargo, evita la ducha caliente si tienes piel seca, dermatitis atópica, enrojecimiento en el cutis (eritema) o rosácea. En estos casos, báñate con agua fría o tibia, sugiere el dermatólogo Ebert Quijano.
Abre los porosEl agua caliente abre los poros y facilita la limpieza profunda de la piel. Pero no abuses, el baño diario con agua caliente podría resecar la piel, refiere el dermatólogo Carlos Montenegro. Para evitarlo, recomienda aplicar loción humectante, incluso después del baño con agua fría o tibia.
Sin caspaLavarse el pelo con agua tibia o caliente no favorece la formación de seborrea ni de caspa, como se cree. Este problema aumenta en Lima en el invierno, porque está vinculado al frío y a la humedad, precisa el dermatólogo Ebert Quijano
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