Llegar por primera vez a Belén y no sentirse preocupado por la situación en la que viven las 2.600 familias en esta zona es imposible. Eso le pasó a Carlos García, quien compartió al WhatsApp de El Comercio (+51) 947-031-286 algunas imágenes de la realidad de la ciudad colgante del amazonas.
El usuario comentó por WhatsApp que ayer pudo notar cómo, luego de crecida del río registrada hace unos días, gran parte de la vegetación quedó bajo bolsas de plástico y desechos flotando en el agua.
“Este lugar que debería ser precioso presenta una contaminación alarmante. Las personas tienen sus silos a la espalda de sus viviendas y estas desembocan en el río, pero luego los ves bañándose en él ¿Dónde está el gobierno?”, comentó por WhatsApp.
Para Carlos, al igual que para los guías que recorren el río Itaya, pareciera que las autoridades no tienen conocimiento de esta dura realidad, en la que no es extraño ver a una madre dejando a su niño defecar en las aguas del río, frente a visitantes peruanos y extranjeros, comentó García vía WhatsApp.
REUBICACIÓN DETENIDAEn diciembre del 2014, el Congreso aprobó la Ley 30291 con la que se buscaba reubicar a las familias que viven en este barrio de Iquitos. Se propuso que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento invirtiera S/.174 millones para construir un complejo habitacional a 20 kilómetros, en la carretera Iquitos-Nauta.
Se construirían casas de concreto de 120 m2 (área techada de 40 m2) con agua potable, desagüe y electricidad. Sin embargo, en abril de este año se dio a conocer que una parte de la población se negaba a la reubicación.
En un informe presentado por El Comercio, un dirigente opuesto a este proyecto señaló como argumento principal que “Belén no podría vivir sin sus chacras, lejos del río en que pescan y del mercado donde venden sus productos”.
Lo insólito es que para este líder, la contaminación en el Itaya, evidente en las imágenes mostradas por WhatsApp, no es grave pues él ya vive 40 años allí y considera que, las muertes de niños u otros habitantes, son accidentes casuales.
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ESPACIO OCUPADOTras anunciarse el proyecto, se descubrió que las 50 hectáreas del terreno en cuestión, habían sido ocupadas ya por unas 400 personas que construyeron sus viviendas y se resisten a salir.
Según se informó, el ex presidente regional Yvan Vásquez, permitió el año pasado que otro grupo de pobladores tengan posesión del espacio. Los ocupantes refirieron que incluso, en campaña, se anunció que les otorgarían la titulación.
Por ello, la preocupación manifestada por García. Él contó por WhatsApp que al preguntar a los guías sobre la reubicación, ellos comentaron escuetamente que ”en eso están“, respuesta que no dejó nada satisfechos a los viajeros ni a nosotros.
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