Por Andrea Carrión / WUF
Mientras miles de personas eligen San Valentín para sumar una mascota a su vida, en California, Estados Unidos una familia decidió deshacerse de su perro de 4 años de edad. En la víspera del día del amor, el dueño entró a una perrera municipal, se tomó un ‘selfie’ con Bear -un cruce de Rottweiler y Pastor Alemán-, lo besó en la cara y dijo en voz alta “Me gustaría donar mi perro a su perrera”. El motivo: reducción de espacio en la casa debido al nacimiento de un bebé.
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Según estadísticas de la organización Animal Rights Action, alrededor de 600 millones de mascotas son abandonadas cada año en todo el mundo, siendo los perros los más afectados. Solo en el Perú se estima que existen 6 millones de perros sin hogar.
Para quien decide soltar la correa y ceder a su mascota, ya sea con otra persona o a su suerte en plena calle, la historia termina ahí. Para el animal el drama recién empieza.
Según la médico veterinario Jessica Brocos de la Veterinaria Etovet, el abandono tiene un impacto emocional negativo en todo ser vivo, el que puede derivar en serias consecuencias comportamentales.
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En el caso de un animal doméstico, son seres que tienen la característica de dar amor incondicional. Ellos consideran al humano que los cuida su mundo, parte de su manada –si hablamos de perros- y al abandonarlos, les arrancamos esa seguridad y confianza que todo animal debe de tener para gozar de una vida equilibrada.
El abandono traslada a nuestras mascotas a las calles, donde ellas deben de luchar por sobrevivir en un mundo cada vez más hostil. Al exponerlas a la indiferencia de nuestra sociedad, pasan hambre, frío, dolor y angustia, y viven en un estado constante de estrés, lo que abre la ventana a un mundo de enfermedades, que posiblemente, no recibirán atención veterinaria oportuna.
Tras el abandono, nuestras mascotas deben de luchar por conseguir agua, alimento y refugio, y esto las expone a diversos peligros como peleas, atropellos y maltrato, tanto físico como emocional. Esto puede generar mucha agresividad en el animal, generalmente como mecanismo de defensa.
Por otro lado, la comunidad también se ve afectada pues debe de lidiar con una sobrepoblación de animales estresados que representan un constante problema de seguridad pública e higiene, y que de no ser esterilizados, se exponen a seguir reproduciéndose.
El nacimiento de un bebe, una mudanza, la llegada o partida de un nuevo miembro de la casa, un cambio drástico en el estilo de vida, un mal entrenamiento del animal o una mordedura encabezan la lista de motivos por los cuales un perro termina siendo abandonado. Sin embargo, hay otros factores que pueden empezar con una simple infección de oído y terminar en un animal alejado de su familia para siempre.
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De acuerdo con un artículo publicado en el portal examiner.com, todo ser viviente se siente más cómodo en su hábitat natural, en lugares que nos son familiares. Los animales no son la excepción.
Al ser abandonado, el animal doméstico automáticamente se deprime y siente que no puede confiar en nadie pues cree que todas las personas harán lo mismo. Un problema muy común entre las mascotas que han sufrido de abandono es el miedo que tienen a que otro humano los vuelva a dejar. Estos animales requieren de mucho amor y paciencia, y la persona que los adopta debe hacerles saber que ya están en un hogar donde serán amados para siempre.
Un estudio realizado por académicos de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, señala que aquellos perros que muestran ansiedad de separación suelen ser pesimistas. Dicha ansiedad suelen traducirse en ladridos, destrucción de objetos y en hacer sus necesidades donde no deben. Este comportamiento solo genera más razones para descartar al animal, lo que alimenta el círculo vicioso del abandono.
Hay varias formas de ayudar a una mascota para evitar que los devore la ansiedad, especialmente cuando se quedan solas en casa. Una de ellas es dejarla 1 minuto sola y luego volver, luego dejarla 2 minutos y volver, dejarla 3 minutos, 4 minutos y así hasta llegar a 15 minutos y cada vez que se regresa, darle un premio por haber aguantado bien. Los cambios no se darán de la noche a la mañana, pero con fe, disciplina y paciencia habrá buenos resultados.
Algunos expertos incluso recomiendan acupuntura o Flores de Bach para reducir la ansiedad.
Para Brocos, el abandono de animales domésticos seguirá presente en nuestra sociedad mientras la población carezca de educación y no se tome en serio la tenencia responsable de mascotas.
“A todos los que abandonan mascotas o lo harán en algún momento, lo único que les digo es que todo acto tiene consecuencias. Cada vez somos más los que levantamos la voz por esos seres que no la tienen. Ya existen mecanismos que permiten que quienes abandonan enfrenten sus responsabilidades con la sociedad. Hay ordenanzas y leyes que penan el abandono o maltrato de mascotas. Hay formas de hacer las cosas y no está bien darle la responsabilidad a un tercero, mucho menos dejar un animal a su suerte”, señala Brocos.
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Volviendo a la historia de Bear, para sorpresa de muchos ésta tuvo un inusual final feliz. Al día siguiente de haber sido “donado”, una joven llegó al albergue para festejar su San Valentín adoptando a un nuevo amigo. Bear fue el elegido, tal como lo muestra su nueva familia en un tierno video clip que tiene de fondo musical una canción titulada “Hogar”.
* Jessica A. Brocos Duda, médico veterinario y zootecnista C.M.V.P. 7881 de ETOVET, colabora regularmente con WUF