Por Andrea Carrión / WUF
A estas alturas del año, millones de padres de familia ya deben de tener los deseos navideños de sus hijos escritos en largas listas. Probablemente éstas incluyan bicicletas, muñecas, pokemones, consolas de juegos, teléfonos inteligentes y, cómo no, uno de los más populares, mascotas.
Para quienes venden perros, gatos, conejos u otros animales domésticos la Navidad es pura magia para sus bolsillos, mientras que para los albergues de perros y gatos ésta es una época para estar más alerta que nunca.
Quién mejor que las personas que rescatan animales para saber que en muchas ocasiones –demasiadas en realidad-, regalar una mascota no resulta ser tan buena idea.
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Valeria Di Paolo, encargada del área de adopciones para la Asociación Vida Digna, señala que diariamente el albergue recibe llamadas de personas que desean entregar a su perro, pero que una vez pasada la Navidad y el Año Nuevo, es más común aún escuchar de personas que se quieren deshacer del perrito que acaban de recibir envuelto en papel regalo.
“Más pasa con los que compran perros porque muchos padres vienen con la tontera de que crecerán juntos con sus hijos, que todo será maravilloso y luego se les acaba la paciencia. El perrito es lindo junto al arbolito, para la foto, pero hay que educarlos y eso es chamba. Por eso siempre recomendamos que estén bien seguros porque de ahí se quieren deshacer del animal”, comenta Di Paolo.
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Actualmente, el actor y comediante mexicano Eugenio Derbez está realizando la campaña “No me regales, no soy juguete”, en alianza con Ladra, la asociación de rescate animal de México.
Tal como se menciona en el video que ha colgado en redes sociales, después de Navidad es cuando más perros se abandonan en calles y albergues.
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“Los animales no son juguetes, Navidad y Reyes están próximos, por favor no regales animales”, señala Derbez. “Hay mucha gente que piensa que cuando ya no quieres un perro pues vas y lo avientas en un albergue. Piensan que son lugares preciosos, llenos de paz donde los perros corren libres y no es así. Un albergue estándar tiene jaulas donde los perros están encerrados... es una cárcel para ellos”.
En Lima, constantemente las autoridades municipales realizan redadas con el fin de combatir el comercio informal de mascotas. Muchas de éstas provienen de criaderos informales que carecen de las más mínimas condiciones de salubridad y cuando son vendidos, suele suceder que se enferman y/o mueren.
Conscientes de esta realidad, muchas personas eligen adoptar para no apoyar este comercio. Sin embargo, la Navidad es la época del año en la que podrían encontrar más trabas de parte de quienes ofrecen animales en adopción pues quieren asegurarse de que no se trate de una decisión emocional y producto de la presión de sus hijos pequeños.
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Milagros Osorio, jefa del área veterinaria de la Municipalidad de San Borja, advierte que en diciembre ella y su equipo tienen mucho cuidado de dar en adopción a los animales que cuidan en el albergue municipal.
“Es usual que las personas regalen mascotas en esta fechas, más que nada cachorros, y generalmente van para los niños. Pero una mascota no es un regalo, no es una cosa, no es una posesión. Una mascota es un miembro de la familia, hay que tener eso claro”, señala Osorio. “El cachorro es hermoso, encantador para todos, pero eventualmente crece y el niño estará en el colegio y el adulto en el trabajo. Entonces, si no hay la ayuda adecuada y la voluntad de cuidarlo, más allá de ser algo agradable, será una molestia. Va a ensuciar porque todos hacen sus necesidades y si no lo educamos será una mascota problema, tal como sucede con un niño al que no se le educa. Bajo ese esquema, lo más fácil será soltar al animal a la calle o abandonarlo en un albergue y eso es un gran problema”.
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Frances Wakeham del albergue de perros Voz Animal Perú, y Evelyn Perea, del albergue de perros Amor y Rescate, conocen de cerca esa realidad.
“En temporada de Navidad sí hay más adopciones, más que nada de perros cachorros. Es la típica situación en la que se quiere regalar un perrito a la hija, a la sobrina, a la mamá, etcétera, y prefieren que sea lo más joven posible”, dice Wakeham. “Los contras son que muchas veces la gente se afana y adopta para luego devolverlos o enviarlos a un lugar para donde el perro no fue destinado en un principio, o nos lo terminan devolviendo”.
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Por ello en temporada de fiestas, personas que rescatan y cuidan animales tienen más cuidado al momento de elegir quién será su próxima familia adoptiva.
“Nuestras entrevistas son más rigurosas en esta época porque la persona que quiere al perrito podría tener toda la buena intención, pero el problema está que al regalarlo al sobrino o a la novia pasa que se aburren o no les gusta y te la regresan”, comenta Perea. “Nos pasó el año pasado con Kiki, una cachorra de 3 meses que dimos en adopción para Navidad. Era para la hijita de una pareja y poco después empezaron las quejas; que es muy traviesa, que toda la familia no está de acuerdo, que trae muchas pulguitas... Al final la terminaron devolviendo”.
Recomendaciones para quienes quieren darle la bienvenida a una nueva mascota a casa:
-Darle el tiempo necesario.
-Educarlo y entrenarlo para evitar conflictos en casa.
-Mucho cariño y disciplina, no agrediéndolas, pero sí poniendo ciertas reglas
-Espacio suficiente para que esté cómoda y segura.
-Bastante paciencia. Hay animalitos que aprenden muy rápido, pero otros que se tardan más.
-Presupuesto porque hay que invertir en su comida y en sus controles veterinarios.
GATOS NEGROS
Milagros Osorio señala que en esta época del año no dan en adopción gatos negros por no tener la certeza de cuál será el fin del animal, ya que en año nuevo muchas personas hacen rituales por Año Nuevo que pueden terminar en maltrato animal.