Cuando Alejandra Travi (29) se mudó con su novio, lo primero que ambos hicieron fue adoptar una gatita. “Ambos crecimos con animales: en mi caso con gatos y él con perros. Así que, al tener nuestro propio espacio, dijimos: ¿por qué no adoptar?”, confiesa.
Para la periodista de profesión, traer a un hijo al mundo es un compromiso de vida aún más grande, pero el tener una mascota es una forma de prepararse para las responsabilidades que están por venir.
“Hay que recordar que los tienes que llevar al veterinario, ponerles sus vacunas y crear una rutina junto a ellos. En relación a los gatos, siempre estamos pendientes de limpiar su arenero y de cerciorarnos que tengan agua y comida”, explica.
A su vez, recalca, el adoptar es una forma de contribuir con un mundo mejor. “Te sensibiliza y te hace ser más empático con los seres vivos. Existen tantos animales abandonados que, si puedes darles un hogar, ¿por qué no? Además, es una forma de empezar a agrandar tu familia”, dice.
Un proyecto a largo plazo
“Al igual que un niño, una mascota requerirá mucha paciencia, interrumpirá tu sueño y necesitará mucha de tu atención”, revela la experta en relaciones Lori Bizzoco al diario Chicago Tribune.
Por eso, es importante recalcar que, a la par de las ganas de tener un perro o un gato, las parejas deben tener en cuenta que adoptar es un compromiso de aproximadamente 10 a 15 años.
“Ambas personas deben de comprometerse en darle la mejor calidad de vida y saber que conforme crezca su familia, si así lo deciden, el animal adoptado ya es parte del hogar y por eso siempre deben incluirlo”, recalca Andrea Suárez, jefa de ayuda de WUF.
Por eso, antes de traer a un hijo de ‘cuatro patas’ a casa, hay que considerar lo siguiente.
Características de la mascota
Las parejas deben ponerse de acuerdo sobre qué mascota van a adoptar. Por ejemplo, los perros requieren sí o sí de paseos diarios para hacer sus necesidades, jugar y socializar con otros canes; mientras que los gatos no necesitan dueños que los saquen a la calle a diferentes horas del día.
Lo mismo ocurre con la edad: no es igual cuidar de un cachorro que de un perro geronte. Por ello, la ONG Michelson Found Animals, sugiere que las parejas se pongan de acuerdo previamente sobre las expectativas que buscan en una mascota.
División de responsabilidades
Antes de adoptar, es vital conversar en pareja sobre cómo se dividirán los cuidados del animal: ¿cómo se dividirán los gastos económicos?, ¿quién se encargará de alimentarla? ¿quién la sacará a pasear?, ¿en dónde dormirá?, entre otras preguntas.
“Deben estar seguros de que ambos tienen suficiente tiempo para cuidar a un animal. Si usted y su pareja ya discuten sobre quién lava los platos y quién pasa la aspiradora, esto puede ser un indicador de que no están listos para tener una mascota”, enfatiza la organización estadounidense.
Custodia compartida o completa
Aunque es una conversación que probablemente ninguna pareja quiere tener, hay que dejar en claro qué ocurrirá si en algún momento ambos deciden finalizar la relación: ¿quién se hará cargo del animal y en dónde vivirá?
Si bien existe la opción de la custodia a tiempo completo, también hay parejas que optan por la custodia compartida para dividirse las responsabilidades.
Vale la pena mencionar que, a diferencia de España, hoy en día no hay un marco legal en el Perú que regule esto, por eso todo dependerá del arreglo que realice la pareja en beneficio del engreído de ‘cuatro patas’ y sus necesidades.
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