Nave peruana “Lorton” es hundida por los alemanes en 1917
La Primera Guerra Mundial empieza con el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, el 28 de junio de 1914. El ultimátum del Imperio Austrohúngaro a Serbia activa el alineamiento de los demás países. A partir del 28 de julio las declaraciones de guerra se suceden y las hostilidades empiezan. En Perú vivíamos el día a día de los combates a través de los diarios. Y fue por El Comercio que nos enteramos del ataque contra una nave comercial peruana en aguas europeas, en 1917.
El buque nacional “Lorton” es hundido por un submarino alemán frente a España el 4 de febrero de 1917. El vapor peruano, que viajaba hacia Bilbao, es sorprendido por un sumergible teutón camuflado con bandera francesa. La Gran Guerra había empezado en 1914, y aunque parecía lejana para el Perú, este hecho cambió esa percepción.
El 7 de febrero El Comercio tituló: “El buque peruano Lorton hundido en las costas de España”. La nota contaba que el vapor “navegaba con un cargamento de salitre de 2.300 toneladas, consignado a la firma Mitrovich de Bilbao”. El capitán era Franck Sanders, estadounidense nacionalizado peruano, y la nave llevaba bandera peruana, lo que no fue respetado por los europeos.
El texto del cable decía: “A cuatro millas del puerto de Suances ha sido torpedeado el vapor peruano Lorton, que conducía pasajeros y carga. Los habitantes del puerto presenciaron el hundimiento del vapor, que fue detenido por un submarino que enarbolaba bandera francesa, el cual dio orden de que se abandonara el buque, hundiéndolo inmediatamente. El submarino se alejó arriando la bandera francesa y enarbolando el pabellón alemán. Los pasajeros tuvieron que ser ayudados por el vecindario de Suances, quienes armaron lanchas de socorro”.
Represalia peruana
Como consecuencia del rompimiento de relaciones diplomáticas con Alemania, el 14 de junio de 1918 el gobierno peruano toma posesión de las embarcaciones alemanas internadas en el Callao. La potencia europea se había rehusado a responder satisfactoriamente por el hundimiento del “Lorton”.
El Decano informó de la siguiente manera: “se procedió al desembarco de las tripulaciones de los vapores y buques alemanes. Se trataba de un total de 177 marineros y 43 oficiales. Todos fueron ubicados en el Cuartel del Arsenal”. Las naves detenidas fueron el velero Maipo, las barcazas Omega y Tellus, y los vapores Anubis, Marie, Luxor, Sierra Córdoba y Rhakotis.
El marino alemán que se volvió peruano
En 1964, al cumplirse medio siglo del inicio de la Gran Guerra, El Comercio entrevistó a Hermann Leopold, marinero alemán del vapor Rhakotis, quien contó cómo el conflicto le había permitido encontrar el amor en nuestras tierras.
“El abordaje del Rhakotis fue sorpresivo, nadie lo esperaba”, recordó el viejo marino. Luego agrega: “cuando la marinería peruana tomó a su cargo la nave, corrí a la popa del barco y bajé la bandera alemana, que hoy la guardo como una reliquia”. En 1918, cuando el gobierno peruano ordenó la expropiación de los buques alemanes, Leopold tenía 15 años y era el “benjamín” entre los 46 tripulantes del buque.
De todos los tripulantes, 16 se quedaron en Perú, y todos formaron un hogar. Leopold comprendió que era imposible regresar a su país, pues la guerra lo había separado de su familia. Meses más tarde, supo la noticia de la muerte de su padre y sus cuatro hermanos.
Entonces decidió vivir definitivamente aquí, y en 1922 contrajo matrimonio con Carmen Rosa Viacava, formando una familia y estableciéndose en el Callao, en donde se ganó el cariño de los chalacos.
Al finalizar la entrevista, Leopold expresó que se sentía peruano y que amaba la tierra que le brindó hijos y un hogar feliz. Vivía con la promesa del futuro y odiaba la guerra, que 50 años atrás lo había separado de los suyos, de su padre y hermanos.
(Miguel García Medina)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio
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