Poco antes de anunciar su despedida del Barcelona a la opinión pública, Josep Guardiola reunió a sus jugadores. Y en menos de 15 minutos, les dijo que se marchaba del club.

“Son los mejores y estoy orgulloso de ustedes. Me han hecho soñar mucho más de lo que pude imaginar. Pero ahora me falta la energía para continuar y es el momento de irse”, dijo Pep, según el diario “Marca” de España.

Guardiola ha demostrado que ama a sus jugadores en repetidas ocasiones; no obstante, esta temporada, no le gustó alguna de las actitudes de estos y la relación, luego de cuatro años, se desgastó. Para reducirla, Pep necesita la energía que dice que le falta.

El propio Pep afirma que la decisión la tomó entre octubre y noviembre del año pasado. Precisamente, poco antes había relegado a Lionel Messi al banco de suplentes ya que consideraba que estaba agotado al volver de la selección argentina. Al día siguiente, la ‘Pulga’, sin avisar a nadie, no fue a entrenar. En adelante, fue siempre titular.

La relación con el brasileño Dani Alves, además, parece haber sido otro disgusto. Primero porque este llegó más tarde de lo previsto de las vacaciones de Navidad. Luego, tuvo que encararlo delante de sus compañeros por omitir las labores tácticas. “Defensa, primero eres defensa”, le dijo después de un partido donde subió al ataque. Y cuando Pep envió a Alves como suplente, este le puso mala cara.

Pero ambos no fueron los únicos en ponerle mala cara. Lo mismo ha sucedido con Cesc Fábregas, Aléxis Sánchez y Gerard Piqué, quienes no están acostumbrados a estar en la suplencia. Y a Pep le duelen las malas caras. Inclusive, con Piqué, Guardiola era consciente que la vida del defensor fuera del fútbol afectó su rendimiento y no pudo hacer nada para cambiarlo.

Guardiola decidió irse antes de cortar una buena relación con sus jugadores. Los mismos con los que consiguió 13 títulos de 18 posibles a lo largo de los últimos cuatro años.