Ambos alzaron por primera vez en su carrera un título internacional. El de la Champions League. Los dos tuvieron una noche gloriosa en Múnich. Ante el Bayern, inclusive apoyado por su gente, el marfileño Didier Drogba y el checo Peter Cech se convirtieron en los pilares del Chelsea campeón del torneo más importante del Viejo Continente.
Didier Drogba. Había confirmado su talento y ratificado su rótulo de crack luego de ponerse al hombre al equipo y eliminar al FC Barcelona en las semifinales. Hoy, en la final ante el Bayern, primero fue héroe, luego villano, pero culminó sonriendo. Cuando el Bayern ya festejaba el título, el marfileño marcó el empate a los 88 minutos. No obstante, en el primer suplementario cometió penal contra Ribéry. En un abrir y cerrar de ojos se convirtió en villano. Pero Cech atajó y finalmente el delantero anotó el penal decisivo que otorgó el título de campeón de la Champions al Chelsea.
Peter Cech. En 2006 estuvo a punto de retirarse del fútbol. Luego de recibir una brutal patada de Stephen Hunt, delantero del Reading, durante un partido de la Premier League, el checo sufrió un hundimiento de cráneo que lo apartó seis meses de las canchas. Hoy se protege con un casco de rugby por precaución. Pero el destino le seguiría siendo esquivo. Dos años más tarde perdió la final de la Champions ante el Manchester United en Moscú. Hoy se jugaba una revancha. Y pudo concretarla. Fue decisivo al atajarle un penal al holandés Arjen Robben en el primer tiempo suplementario, además de otro a Olic en la tanda de penales y conquistó por primera vez en su carrera un título internacional.