El Corinthians brasileño logró el título de campeón del Mundial de Clubes tras un encuentro muy igualado y emocionante en el que un solitario tanto del peruano Guerreo hundió a un Chelsea sin suerte.
El Depredador fue pieza clave en el ataque del cuadro brasileño. A partir de sus pies se gestaron múltiples ocasiones de gol. Su importancia se fortaleció en el segundo tiempo y lo consagró marcando de el gol del triunfo.
El respetuoso y silencioso público que habitualmente puebla las gradas del estadio nipón dio paso hoy a los ensordecedores cánticos de la hinchada paulista, que en ningún momento dejó de animar a su equipo, creando un ambiente digno de una final.
En un córner botado en el minuto 11, el central Gary Cahill estuvo a punto de inaugurar el marcador con un testarazo que sorprendió a Cassio y borró el nervio inicial paulista.
Con los minutos, el Corinthians volvió a apretar y contó con dos buenos contragolpes del rápido Emerson que neutralizó David Luiz, un baluarte que se mostró en todo momento veloz, conciso y preciso al corte.
A una buena ocasión del nigeriano Moses, algo lento, respondió en el minuto 35 el peruano Guerrero que, en apenas un palmo de terreno, tuvo tiempo para controlar en el área, darse la vuelta y realizar un disparo que, en semifallo, cayó en los pies de Emerson, que reventó al poste.
Corinthians no solo llegaba vivo al final de la primera parte sino que logró romper el encuentro y darle a los minutos finales un ritmo de infarto.
GUERRRO LE DIO EL TRIUNFO En el minuto 69, cuando en el enésimo intento de los brasileños, Danilo recortó con clase en el área y su disparo se envenenó y cayó en la cabeza de Guerrero, que remachó a la red sin oposición ante el delirio de los hinchas paulistas.
Tras el gol, el Corinthians se encerró en su área para intentar aguantar el marcador. El Chelsea apretó con fuerza y Torres tuvo el empate, en un remate a bocajarro que enmudeció al estadio y milagrosamente detuvo Cassio cuando ya se cantaba el gol.
Con los nervios a flor de piel, Cahill fue expulsado en el último minuto con roja directa tras una fea entrada. Fernando Torres, falló en la última jugada el gol del empate y el ‘Timao’ comenzó su particular fiesta en el césped.
Con la victoria, Corinthians se convierte en el ‘mejor equipo del mundo’ y alza su segundo título del Mundial de Clubes, tras el logrado en Brasil en el año 2000, convirtiéndose, junto con el FC. Barcelona, en el equipo más laureado de la competición.
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