Más de dos tercios de los trabajadores son informales en el Perú, asegura el último informe del BBVA Research “Informalidad laboral y algunas propuestas para reducirla”. Aunque el documento también indica que la reducción de estos empleos ha sido significativa desde el 2005 –cuando bordeaba el 84%-, la tasa de informalidad continúa siento elevada, bordeando el 71%. Esto significa que más de 7,5 millones de personas laboran en condiciones informales en nuestro país.
A partir de información del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional sobre la tasa de informalidad laboral y el PBI por habitante (medido en términos de paridad del poder adquisitivo) para distintos países, el BBVA Research concluye que un país con las características del Perú debería tener una informalidad laboral en torno al 40%. Por lo tanto, no solo la informalidad laboral es alta, sino que parece ser también mayor que la de otros países con características similares.
LA FORMALIDAD
Según el informe del BBVA, estas son las razones por las que es preferible impulsar la creación de empleos formales:
- La reducción de la productividad. Datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sugieren que la productividad media (y con ello el ingreso promedio) de un trabajador empleado formalmente es casi cuatro veces mayor que la de un trabajador informal.
- La distorsión en la asignación de los recursos. Si, debido a una legislación excesivamente rígida del mercado laboral, las empresas formales consideran complicado contratar empleados, optarían por contratar un nivel de mano de obra inferior al óptimo.
- Una menor recaudación tributaria que afecta la provisión de bienes y servicios públicos y genera una sobrecarga impositiva sobre el sector formal.
- Un acceso al crédito más limitado. Un trabajador empleado en condiciones informales tiene más dificultades para sustentar un flujo sostenido de ingresos para su registro en una entidad financiera.
- Ausencia de protección social en el ámbito informal.