ALEJANDRA COSTA

A juzgar por las respuestas de los 74 gerentes generales de empresas peruanas a los que Día_1 encuestó, el 2013 pinta bien para el empresariado local.

En un contexto en el que la economía global aún no muestra signos de recuperación, más de la mitad de los empresarios consultados (54,05%) coincide en que será un año bueno para su negocio y un 36,5% cree que será muy bueno.

Como explica Hugo Perea, jefe de Estudios Económicos del BBVA Continental, este optimismo se debe a que “se han reducido los factores de incertidumbre en el plano internacional. El temor en el corto plazo de que la zona euro se rompa se despejó con el acuerdo de compra de bonos ilimitados por parte del Banco Central Europeo y la confianza en que EE.UU. llegará a un acuerdo definitivo sobre el abismo fiscal está extendida”, indicó.

En el plano local, el 
BBVA Continental revisará la próxima semana al alza su proyección de crecimiento del PBI para el 2013 por encima del 6%, alineado con las expectativas del Banco Central de Reserva (BCR), que prevé un avance de 6,2%, lo cual señalaría que la demanda interna seguirá fuerte.

OPTIMISMO INTERNO El sector donde brilla el optimismo es el inmobiliario, el único donde el 80% espera un crecimiento por encima del 20% en sus ventas.

Sin embargo, para el director de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), Humberto Martínez, este optimismo estaría un poco exacerbado. “A menos de que el dinamismo que se empezó a ver en el 2012 en ciudades del interior se dispare este año, no prevemos un crecimiento de más del 10% en el sector construcción, debido a las regulaciones a los créditos hipotecarios y las trabajas burocráticas a la construcción formal”, explicó.

Pese a ello, el 100% de los empresarios inmobiliarios prevé aumentar sus inversiones en el año que comienza, en una media del 20%. Similar coincidencia se da en el sector comercio (40%), consumo masivo (25%) y automotor (20%).

En el caso de servicios y textil, el 100% también planea incrementarlas, pero en tasas menores, de 12,5% y 10%, respectivamente.

“Los más agresivos son los sectores vinculados con la demanda interna, que ha explosionado por la mejora de los ingresos familiares y el ensanchamiento de la clase media, con lo que se han elevado las compras de productos como autos, electrodomésticos y la visita a centros comerciales”, comentó Perea.

En efecto, las nuevas inversiones en el sector automotor se destinarían a nuevos locales comerciales, apuntando a romper récords en ventas, al igual que en el comercio y el textil, que apelan al consumo local para hacer frente a la baja demanda externa.

Asimismo, en consumo masivo y en industria se preparan mayores desembolsos para aumentar su capacidad instalada.

NI NEGRO, NI BLANCO Menos optimistas fueron los gerentes de los sectores agrícola, financiero y textil, en los que hay voces que consideraron que el año no sería ni bueno ni malo.

En el caso del sector financiero, las empresas con perspectivas menos optimistas fueron las AFP. El 100% de los ejecutivos del sector previsional consideraron que sus ventas caerán, se mantendrán o crecerán hasta 10% en el 2013, mucho menos al ritmo de avance interanual de alrededor de 30% que sostuvieron hasta el tercer trimestre del 2012.

“Tras la reforma, los nuevos afiliados serán inscritos en la AFP Hábitat, de modo que al resto solo le queda fomentar los traspasos y retener a sus clientes. En un escenario así, no hay espacio para crecimientos importantes y, además, los gastos podrían incrementarse”, explicó Enrique Díaz, presidente en Mercado de Capitales Inversiones Finanzas.

Incluso, alguna de ellas prevé reducir el personal en un 10%.

En el sector agrícola, algunas empresas dedicadas a la exportación de productos como la palta también prevén un año gris, debido a la mayor competencia con México y a la situación aún precaria en Europa.

Martín Reaño, socio en Reaño Asesores Financieros, prevé que recién en el 2013 se empezará a sentir en la economía global el impacto de las medidas de ajuste en Europa y EE.UU. “Los negocios orientados al mercado externo tendrán un año difícil y se verán forzados a postergar sus planes de inversión, como la agroindustria y el textil”, explicó.

Efectivamente, un 40% de los empresarios agrícolas prevé que sus inversiones disminuirán en una media de 20%. El 60% que aumentará sus inversiones, sin embargo, lo haría en una media de 22,5%, amparado en la esperanza de que este año no habrá fenómeno de El Niño.

Finalmente, un minoritario 4% cree que será un año malo, porcentaje que se concentra principalmente en el sector pesquero, golpeado como está por la cuota de captura de anchoveta, la más baja en los últimos 10 años. Este sector, asimismo, es el único en el cual se prevé una reducción en la inversión.

Reaño opinó que, en general, “El resultado es más optimista de lo que se esperaría en un año como el 2013, pero hay que recordar que el optimismo también es la palanca de la prosperidad en los negocios”, dijo. Crucemos los dedos.