El proceso de formalizacin de la minera artesanal, promovido por el Gobierno con grandes ilusiones e mpetu explosivo, cumple dos aos y ocho meses de vigencia sin resultados visibles que mostrar. Peor aun, una evaluacin realizada por elInstituto Libertad y Democracia (ILD) sugiere que apenas cinco mineros artesanales, de casi 70 mil que presentaron declaraciones de compromiso al Minem, han conseguido formalizarse.
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Da_1 contact a la Oficina de Formalizacin Minera del Minem para contrastar la veracidad de esta estadstica. La respuesta que nos dieron fue que se han cursado cinco resoluciones directorales de formalizacin, pero que estas no corresponden a cinco mineros (como seala el ILD) sino a dos personas naturales y a tres cooperativas que agrupan a 231 mineros artesanales. Todos ellos en Puno.
Cinco o 231. Las cifras motivan a analizar si el proceso de formalizacin se encamina al fracaso o si tiene, quiz, algn viso de alcanzar el xito. O ser acaso que se impone redefinirlo (es decir, suspenderlo) como propone el lder del ILD, Hernando de Soto?
XITO O FRACASO? Se estima que hay ms de 300 mil mineros artesanales en el pas, incluyendo a los operarios (4 o 5) que trabajan para el empresario artesanal llamado a formalizarse. De estos ltimos, 69.668 han iniciado trmite en el Minem. Empero, faltando diecisis meses para el cierre del proceso, apenas un nfimo porcentaje: 0,007% o 0,3% en el mejor de los casos, ha accedido a la formalidad.
A la luz de estos resultados, Csar Ipenza, especialista en Derecho Ambiental, no duda en considerar que el programa es un fracaso. Madre de Dios, que es el caso ms clamoroso de contaminacin ambiental, no cuenta con un solo minero artesanal formalizado, como tampoco lo hay en el Cusco ni en Ucayali ni en otras regiones, salvo unos pocos en Puno, manifest.
A su entender, la formalizacin no cumplir sus objetivos de largo plazo, debido a deficiencias en su concepcin y a la carencia de recursos financieros en los gobiernos regionales, que son los llamados a liderar el proceso.
Manuel Pulgar-Vidal, ministro del ambiente, tiene una visin muy diferente. El funcionario sostiene que la formalizacin es un xito, porque promueve la asociacin de los mineros artesanales a travs de cooperativas, una estrategia empresarial que los ayuda a afrontar los costos de acceder a la formalidad. Tesis opuesta a la sostenida por Hernando de Soto, para quien el proceso genera vasallos, ms no empresarios. La formalizacin no debe verse solo como estadsticas, sino como un conjunto de elementos exitosos, relacionados con la trazabilidad y el control de la exportacin de oro, la interdiccin y procesos simplificados, aadi el ministro.
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EMPEZAR DE CERO El ILD propone redefinir por completo el proceso de formalizacin, porque no empodera al minero artesanal sino que lo obliga, nicamente, a regularizarse, es decir, a pagar impuestos sin recibir incentivos de ninguna especie.
Rafael Belaunde, gelogo minero, defiende esta postura. En su opinin, el programa ha demostrado una clara hostilidad contra los empresarios mineros emergentes y un marcado favoritismo hacia los intereses econmicos de las grandes empresas mineras.
De acuerdo al gelogo, existen muchas alternativas de refedinicin. Una de ellas consiste en reordenar el sistema de concesiones mineras para hacerlo ms asequible a las posibilidades de los mineros artesanales. En ese sentido, propone crear reas de 10 o 20 hectreas, rompiendo el estndar de 100, ideado para atraer los grandes capitales.
Lo nico que hay que tener es voluntad para pensar en la problemtica de los mineros emergentes, pero el ministro de Energa y Minas est ms preocupado por los petroleros y los empresarios del sector energa, que por las necesidades de la pequea minera, manifest.
Lenin Valencia, especialista en minera informal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, advierte que si bien el proceso de formalizacin no ha dado resultados satisfactorios, ha proporcionado al menos una slida estructura para diferenciar a los mineros informales (pasibles de ser formalizados) de los ilegales (combatidos abiertamente en Madre de Dios) dentro de una estrategia que debe mirarse en el largo plazo y no pensando solamente en el 2016.
Esta es la razn que lo impele a defender la continuidad del proceso. No se puede revisar todo el programa porque abrira las puertas a la minera ilegal, sostiene. Un atisbo de esto puede verse en el deseo de los mineros ilegales de Madre de Dios de acercarse al ILD, como acaba de anunciar su lder, Luis Otsuka.
TRABAS AL PROCESO Hernando de Soto advierte que el principal factor que impide la formalizacin es su costo prohibitivo: US$87.849 (unos S/.240.000), y el engorroso trmite, estimado en 1.260 das. Si bien el Minem y el Minam califican estas cifras de exageradas, es evidente que existen cuellos de botella que obstaculizan el proceso.
Lorenzo de la Puente, especialista en Derecho Ambiental minero, considera que se debe adoptar una solucin intermedia entre la flexibilizacin en asuntos administrativos y tributarios (que entrampan la formalizacin) y el cumplimiento irrestricto de la normativa ambiental, que no admite lugar a peros; no obstante lo que puedan opinar los mineros artesanales.
No hay nada que modificar en la ley en este momento. El EIA (IGAC) que se exige a la minera artesanal es ms barato que el que se exige a la grande, porque los trminos de referencia son diferentes y las caractersticas de la operacin artesanal la hacen, adems, menos onerosa, indic. A su entender, lo que debera hacer el Gobierno es acompaar a los informales en todo el proceso.
Por ejemplo, a travs de asistencia tcnica y difusin de equipos y tecnologas limpias, o identificando zonas libres donde puedan asentarse libremente, en la eventualidad de que no puedan alcanzar acuerdos con los propietarios de las concesiones donde trabajan, percance que es un cuello de botella enorme, como apunta Ipenza.
Pero hay otra traba fundamental: el limitado presupuesto que el MEF asigna a los gobiernos regionales para supervisar la formalizacin. Por ejemplo, el Gobierno de Madre de Dios, que tiene el peor problema ambiental minero, necesita S/.2 millones anuales para atender sus obligaciones de formalizacin, pero solo recibe S/.200 mil, es decir, slo el 10%, indica Lenin Valencia.
Si el mismo Estado no conoce cules son los requerimientos econmicos que demanda la formalizacin, no es de extraar que el proceso se encuentre en su lnguido estado actual. Y eso es bastante preocupante.