Eliminatorias Rusia 2018: Un viaje a la mente del hincha peruano
Eliminatorias Rusia 2018: Un viaje a la mente del hincha peruano
Enrique Planas

Cuando la casa es tu cancha, tú juegas de local. El sillón de cuatro cuerpos es la tribuna, y el televisor full HD y pantalla 3D con iluminación LED de 46 pulgadas, recién comprado en cuotas, te da la mejor visión del gramado del estadio de Boca. Si el Perú llega al Mundial, piensas, comprarás ese sofá con Bluetooth integrado, reclinable, con apoyabrazos y, mejor aún, portavasos. Mientras tanto, revisas que no falte nada en casa, incluso bufandas, banderas y toda la familia con la camiseta puesta.

Para Víctor Vélez, director creativo general de Quorum Soho Square, para el hincha peruano, un partido de selección jamás dura 90 minutos. "Dura tres, cuatro, cinco días. ¿Por qué?, porque para nosotros el juego empieza cuando ponemos en marcha el conocido ritual consumista llamado “¿Dónde vemos el partido?”.

El partido de mañana entre el Perú y Argentina será una gran oportunidad para reunir a los amigos, salvando cualquier diferencia. La rojiblanca, ilusión de una patria común, cubre por 90 minutos cualquier otra diferencia, como una refrescante tregua para las rivalidades de hinchas de diferentes equipos.

Eliminatorias Rusia 2018: Un viaje a la mente del hincha peruano
Eliminatorias Rusia 2018: Un viaje a la mente del hincha peruano

Como explica el reconocido publicista, cuando el Perú juega afuera, la pasión empieza por casa. "Eligiendo el lugar, la tele, la sala. Eligiendo qué cerveza ponemos a helar, qué piqueos servir, si acompañamos la angustia con carne y vino o gritamos gol sobre un tazón de chizitos. Para el hincha peruano, el ritual es tan valioso como el partido. Y el ritual implica compras", afirma.

"Así, cuando juega Perú, las colas son más largas en los supermercados, se acaban los chorizos, los snacks, se venden más pilas para radios, se piden más taxis de aplicación y, por supuesto, la venta de cerveza se va al cielo. En otras palabras, cuando juega Perú, se mueve el dinero. Y cuando se mueve el dinero, ganamos todos", añade Vélez.

—Encienda la pasión—
Más allá de los hábitos de consumo, es interesante apreciar que el psicoanálisis se ha pronunciado muy poco sobre el fútbol, siendo un juego donde confluyen tantas subjetividades. ¿Cuál es la razón de nuestra especial predilección por el deporte rey? Sigmund Freud diría que todo acto lúdico es un acto sublimatorio consustancial al deseo.

Pero el verdadero deseo de tus invitados ahora es que enciendas de una vez la pantalla. CMD, canal 3 de Movistar TV, es la única señal local que transmite los partidos a lo largo de esta Eliminatoria. ¿Algún amigo en Buenos Aires? Organice con él una video llamada por Skype para ir calentando el ambiente pelotero. Con el nivel de muchos comentaristas deportivos, fácil es creer que un apasionado amateur lo hará mejor. Frente a la pantalla, se recomienda un mueble amplio y de espuma suave para dos horas de visionado. Terminados los primeros 45 minutos, expertos fisioterapeutas recomiendan dejar la cerveza en la mesa y hacer estiramientos. Mover hombros, cuello y espalda, además de cadera y piernas, imaginando que podría ser usted quien entre a la cancha. Y en caso de gol peruano, recomendable será gritarlo a todo pulmón, dando saltos que alcancen a tocar el techo. Activa la circulación y resulta el mejor ejercicio aeróbico.

—La conducta del hincha—
Reunir a los hinchas en casa puede ser una oportunidad para analizar comportamientos que, en otras circunstancias, no podrían advertirse. Por ejemplo, apreciar al extraño hincha peruano que habla con los objetos, sea una pantalla o una botella, dando instrucciones a los jugadores.

Fíjese también en el lenguaje corporal de sus invitados, desde aquel que se levanta del sillón para ponerse a caminar por la casa, incapaz de sentarse hasta ver roto un empate. Caso peor resulta quien, si Perú va ganando por la mínima diferencia, se recluye en una habitación esperando la aceleración del tiempo, siguiendo el partido por los gritos provenientes de la calle.

Si lo piensa bien, es incomprensible que millones de personas corran tras una pelota, pero la vida está llena de enigmas. Como afirmaba Freud, los traumas y fascinaciones de la niñez se transforman en comportamientos en la madurez. Y el trauma de 35 años sin ir a un Mundial explica bien nuestras obsesiones. Lo cierto es que, terminado el partido, en caso de triunfo, recomendamos buscar el canal de Fox Sports (501 en Movistar TV) para contemplar las caras largas de los colegas porteños. Eso será un placer impagable. Luego salga a la calle y súmese a la comparsa.

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