(Foto: Andina)
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Redacción EC

Por Roger Hernández y Mauricio Chereque

El miércoles fue un día clave, supo que tenía que asumir el desafío más importante de su carrera política: suceder a Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en la Presidencia de la República.

A causa de la renuncia de Kuczynski, aceptada recién este viernes por el Congreso, se preveía que el ingeniero moqueguano de 55 años no dispondría de mucho tiempo para elaborar su primer discurso como jefe del Estado.

Sin embargo, el mensaje de 1.253 palabras que Vizcarra ofreció en el Parlamento reúne una serie de condimentos interesantes, de forma y de fondo, según estiman tres analistas políticos consultados por El Comercio.

“Creo que Martín Vizcarra ha presentado uno de los mejores discursos que un presidente nuestro ha dado en los últimos años por lo corto y firme del mismo, por la contundencia de sus frases y su llamado a la esperanza en una situación como la actual”, estima el analista político Enrique Castillo.

Precisamente, el discurso de Vizcarra duró 13 minutos, un tiempo bastante menor a los 39 minutos del mensaje a la nación que ofreció Kuczynski en su toma de mando. La diferencia se amplía si se le compara con el discurso de una hora que dio Ollanta Humala el 2011.

Castillo sostiene que el ex embajador del Perú en Canadá fue inteligente al definir las líneas políticas de lo que será su gestión marcando distancia del gobierno anterior con anuncios como la renovación completa del Gabinete Ministerial.

“Tuvo un auditorio complicado al frente y le ha marcado pautas políticas sobre la independencia de poderes, sobre los sectores necesitados. Martín Vizcarra ha conectado muy bien y precisamente creo que una de las virtudes del discurso es que haya sido corto”, agregó.

Para el director de Vox Populi, Luis Benavente, Martín Vizcarra hizo bien en mencionar que el sistema judicial debe ser el encargado de realizar las investigaciones e imponer los castigos a los responsables de corrupción, quizás uno de los problemas más serios que enfrenta el país.

“Hubo otros aspectos que también fueron importantes. Sobre su apego con el sector educación, donde hay mucho retraso, hay un dato interesante. Su papá era político y su mamá educadora; entonces, se juntan política y educación y esos son los dos pilares básicos de una sociedad que quiere salir adelante”, mencionó.

Sobre los gestos mostrados durante la lectura de su mensaje, Benavente indica que Vizcarra proyecta una imagen de persona modesta, lo cual podría contribuir a que su diálogo con la oposición sea menos confrontacional que el de su antecesor.

“Su temperamento puede ayudar a que convoque a conversaciones en el país, creo que ese es el principal rasgo de Vizcarra, ¿no? Va a ser bueno para poner a la política en un plano más sencillo y no tan soberbio, que es lo que ha estado pasando en el país”, destacó.

Por su parte, el analista político Luis Nunes manifiesta que con su discurso, el mandatario ha sabido crear expectativa sobre la instauración de una política dialogante donde las prioridades se centrarán en recuperar la confianza y la inversión, así como la atención a los principales problemas de los sectores salud, seguridad y educación.

“Todos estos puntos deberán, ahora, traducirse en acciones concretas. Es positivo que diga que se va a poner a trabajar desde el primer momento”, destacó.

No obstante, Nunes advierte que Vizcarra debe ser consciente de que tendrá un plazo corto para dar a conocer sus planes y su equipo, elementos que, más allá del mensaje de ayer, serán preponderantes para sortear los problemas que aparecerán a lo largo de su gestión.

“Ya sabemos cómo es la política: hoy te aplauden y mañana te acuchillan. Él debe tenerlo en cuenta”, añadió.

Así, Martín Vizcarra esbozó este viernes un retazo de cómo desea que sea su gestión de tres años, la misma que tiene la principal tarea, a la vuelta de la esquina, de evitar que la expectativa se convierta nuevamente en un clima de enfrentamiento e inestabilidad.