Una de las actividades más importantes en un albergue de perros es la socialización, lamentablemente es una de las más difíciles de cumplir debido a la limitada disponibilidad ad honorem de las personas para donar parte de su tiempo.
Estos albergues suelen estar ubicados a una hora de Lima Metropolitana, en el mejor de los casos, lo que reduce casi al mínimo las posibilidades de que los perros salgan de su encierro e interactúen con gente distinta a la que ven día a día.
Afortunadamente existen empresas como Urbana dispuestas a incluir en sus programas de voluntariado una serie de visitas con un objetivo: entretener a perros que aún no tienen la suerte de vivir en un hogar, pero que al menos pueden disfrutar de algunas horas como si estuvieran en uno.
Recientemente trabajadores de esta inmobiliaria visitaron el albergue de Voz Animal y pasaron un sábado jugando con los perros, regalándoles el paseo soñado por los alrededores del local e informándose sobre cómo comportarse en un albergue de este tipo gracias a los tips del adiestrador de perros Pedro Saragoza, quien trabaja de la mano de WUF.
WUF es una asociación sin fines de lucro dedicada a la promoción de la adopción, el trabajo de concientización sobre la realidad de los perros en estado de abandono y la ejecución de proyectos que contribuyan a la construcción de un mundo mejor para todos los perros.
Voz Animal es uno de los albergues afiliados a WUF, por su parte en febrero de este año Urbana se unió a la lucha para apoyar a los perros sin hogar al recibir en sus oficinas a Aimy, Peppa y Bella como parte de la actividad ‘WUF en tu oficina’, cuyo objetivo es promover una cultura más amable con los animales en lugares públicos.
Anais Anaya, Sandra Mendieta y Frances Wakeham, fundadoras de Voz Animal, siempre señalan que gracias a los voluntarios muchos perros que antes eran inseguros hoy son menos tímidos, los que eran territoriales ya no se pelean y que aquellos que vivían estresados, dejaron de destruir y se han relajado. Por ello estas visitas son fundamentales.
En la realizada por Urbana, cada voluntario sacó a pasear a un perro y desde el momento en que les designaron un Wuf (perro), sintieron la responsabilidad de hacer de ese paseo un momento único y valioso para los perros pues para ellos esos minutos significan escapar de su monotonía.
“Nos dimos cuenta de una realidad que nos era ajena: la necesidad de los albergues de alimento, de voluntarios, de espacio y sobretodo de familias que decidan adoptar. Nuestra misión es construir hogares para unir a las familias y de esta manera generar un vínculo con los Wufs al poder encontrarles también un lugar para vivir”, comentó Fernando Sotomayor, Gerente de Marketing de Urbana.
“Esta experiencia ha sido sumamente gratificante. Ver cómo nuestros colaboradores comprometen un sábado de su verano para cuidar y jugar con perros sin hogar dice mucho de su calidad humana”, agregó Sotomayor.
Para Lucía Vásquez, Gerente de Marketing de WUF, resulta importante que las empresas entiendan que hoy en día las personas se conectan más con marcas que estén alineadas a mejorar, cambiar o corregir algo en el mundo.
“Cuando una marca se une a nuestro propósito, se abre una ventana desde la cual podemos no solo ayudar a más perros sino también educar a más personas a través de una experiencia de vida, como por ejemplo visitando un albergue, donde no solo uno se sensibiliza sino que además aprende sobre tenencia responsable y ve de cerca la labor que albergues independientes como Voz Animal hacen desinteresadamente”, comentó Vásquez.
Ésta solo fue la primera de una serie de visitas que hará Urbana este año como parte de este voluntariado con WUF.