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Redacción EC

Hace apenas 5 años, Orión, El Chosicano y Translima, tres de las empresas de transporte público con rutas más largas en Lima, debían S/3’157.497 en papeletas al Servicio de Administración Tributaria (SAT). Hoy, una sola empresa llamada La Nueva Estrella debe casi 8 millones de soles.

No solo es la principal evasora de multas de la capital y no ha pagado una sola papeleta, sino que 48 vehículos de esta empresa circulan con órdenes de captura y permite una flota de combis piratas. Alertados de esta situación por El Comercio, la Policía Nacional del Perú y el SAT realizaron ayer la primera operación de la campaña #NoTePases a fin de intervenir a los vehículos no habilitados. Desde las 9 a.m., 20 efectivos de la División de Tránsito de la policía y funcionarios del SAT con una grúa se desplegaron en la avenida Salaverry, cerca del hospital Rebagliati , para iniciar la intervención que fue transmitida en vivo a través de la cuenta de Facebook de El Comercio.

En total, tres combis de La Nueva Estrella fueron llevadas al depósito porque tenían orden de captura. Una debía 120 mil soles en papeletas y las dos restantes 60 mil y 18 mil, respectivamente. Además, dos vehículos de la compañía fueron llevados a la comisaría de Jesús María, ya que sus choferes no contaban con licencia de conducir y se negaron a identificarse ante los agentes.

La coaster de placa F9D-744 fue a la comisaría, el chofer entregó el SOAT y la tarjeta de propiedad, pero el cobrador cogió el mando del vehículo y se dio a la fuga, explicaron los agentes. Solo el auto de placa A8R-704 permaneció en los exteriores de la dependencia policial.
En la operación, la policía impuso 22 papeletas por infracciones de tránsito a unidades de La Nueva Estrella y de otras empresas que también circulaban por la zona.

–El mayor evasor–
La Nueva Estrella inició sus operaciones en enero del 2005. Hoy tiene 41 vehículos autorizados a circular por la Gerencia de Transporte Urbano (GTU) de Lima. De estos, 18 tienen orden de captura y han generado 202 multas por un monto de S/379.616,48. Y por si fuera poco, ninguna de estas papeletas figuran como canceladas en el portal del SAT.

Además, tiene 104 autos que recorren la capital autorizados por la GTU del Callao, los cuales registran multas que superan doce veces el valor de las habilitadas en Lima. El Comercio ha constatado que la flota autorizada en el Callao registra 1.401 infracciones que suman S/4’762.518,78. Treinta de esos vehículos tienen orden de captura y al igual que la flota de Lima, ninguna multa ha sido cancelada.

Si hacemos la suma, los 145 vehículos de la compañía deben S/5’142.134 por papeletas no pagadas. Sin embargo, la deuda es aún mayor, ya que el SAT incluye en su registro a decenas de placas de La Nueva Estrella que no están oficialmente registradas por Lima y el Callao. Es una flota informal que lleva el logo, los colores y sigue la misma ruta de la empresa. Solo uno de estos vehículos, de placa A5M-751, registra 82 infracciones por un total de S/1’378.430,46. Este Diario contó 76 multas del tipo N01, lo que significa que los inspectores municipales intervinieron 76 veces a esta combi por circular sin autorización de la GTU de Lima. Y en ninguna de esas ocasiones las autoridades lo llevaron al depósito.

–Piratas en las calles–
En total, contando la flota autorizada y la informal, La Nueva Estrella acumula 2.116 papeletas y debe 7’901.427,70 en multas, según el SAT. Este monto supera a Orión (S/7’469.995,80), al Consorcio Briza (S/6’186.351,91), que ocupan el segundo y tercer lugar respectivamente, en la lista de los principales evasores de multas de la capital.

La Nueva Estrella asegura que varias de estas unidades son combis piratas que copian su logo y colores. Sin embargo, El Comercio tuvo acceso a un reporte de la empresa sobre entradas y salidas diarias de coasters en el que figuran decenas de placas que no están autorizadas por Lima y el Callao. Además, este Diario tiene un amplio registro fotográfico de las unidades (autorizadas junto a no habilitadas) reunidas en la madrugada en un grifo ubicado en la playa Las Conchitas en el distrito de Ancón.

Ellos utilizan este lugar como paradero y de allí parten hacia los distritos de Lima. Cabe destacar, además, que todos los autos figuran a nombre de terceros. Ninguno aparece como propiedad de La Nueva Estrella.

–No cumplen la ruta–
La Nueva Estrella, en teoría, debe pasar por la ruta 3902, según la autorización de la GTU de Lima. Esta comienza en la Av. Santa Rosa en Ventanilla y va hasta la Av. Wiesse en San Juan de Lurigancho. No obstante, este Diario ha podido verificar que no cumple con seguir ese recorrido. Durante varios días hemos ido a la Av. Santa Rosa a las 5 de la mañana y no vimos ningún auto de esa línea. Un controlador de la zona nos dijo que no pasan por allí y si lo hacen es para “piratear”.

La ruta que sí cumple esta empresa es la que le dio la GTU del Callao. Esta se inicia en el paradero Las Conchitas en Ancón, cruza el distrito de Santa Rosa para meterse a la Panamericana Norte. Después va por la Av. Caquetá hasta la Av. Alfonso Ugarte. Esta ruta termina en la Av. Salaverry frente al hospital Edgardo Rebagliati, donde las combis estacionan en fila ocupando un carril a modo de paradero informal. Este fue el lugar donde ayer se realizó la intervención.

La familia al mando  de La Nueva Estrella
Vilma Añorga Estrada es la fundadora y gerenta general de La Nueva Estrella. Su esposo, Rufino Flores Pimentel, creó La Buena Estrella en 1994 y el hijo de ambos, Richard Flores Añorga, les siguió los pasos y constituyó La Gran Estrella en 1999. Las tres empresas de transporte tienen la misma dirección: avenida Aviación 1180, en La Victoria. Es un garaje pequeño donde sería imposible guardar todas las unidades.

Sin embargo, los autos con los colores de La Nueva Estrella no tienen una terminal de donde salir ni una cochera. Esta empresa ha reportado como una de sus direcciones la Urb. Virgen del Rosario, Mz. J, lote 4 en Ancón, pero los actuales residentes de ese domicilio afirman que desde hace 10 años nadie relacionado a esa empresa vive ahí. Además, reclaman que ahí llegan notificaciones del SAT sobre multas y atropellos que cometen sus choferes.

De acuerdo a Registros Públicos, Vilma Añorga es propietaria de dos casas. Una ubicada en Magdalena, la otra en Jesús María y también es dueña de tres departamentos en la urbanización Country Club en San Isidro. El Comercio solicitó una entrevista con la señora Añorga, dejó una tarjeta de contacto en la oficina de la Av. Aviación, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta.

Tenga en cuenta
El 1 de agosto vence la autorización de 3 años que la Gerencia de Transporte Urbano de Lima le dio a La Nueva Estrella para que brinde el servicio de transporte público en la capital.

Este Diario constató que en las noches los vehículos de esta empresa ofrecen el servicio de colectivo en las avenidas Salaverry y Alfonso Ugarte, pese a que están prohibidos de hacerlo.

Además de las multas, las coasters de La Nueva Estrella solo podrán salir del depósito del SAT si pagan S/50 por cada día que han estado en ese recinto.

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