Ewan McGregor en "Doctor sueño". (Foto: Difusión)
Ewan McGregor en "Doctor sueño". (Foto: Difusión)
Sebastián Pimentel

Una de las mejores sorpresas del cine de horror de los últimos años es Mike Flanagan —director de “La maldición de Hill House” (serie) o “El juego de Gerald”—. Por eso, fue en cierta medida tranquilizador el anuncio de su adaptación de la novela “Doctor sueño” de Stephen King. Esta era nada menos que la continuación de “El Resplandor”, célebre también por la magistral adaptación fílmica que Stanley Kubrick hizo en 1980.

En “Doctor sueño”, Daniel Torrance, el niño con poderes mentales de “El resplandor”, es ahora un adulto (Ewan McGregor) anegado en sus tormentos y que trata de rehabilitarse de su alcoholismo. Junto a él, aparece ahora Abra Stone (Kyliegh Curran), niña afroamericana que también posee el don de “resplandecer”, lo que significa que, aparte de comunicarse con Daniel, puede ver espíritus y fantasmas que vienen del pasado.

Pero aquí Flanagan, siguiendo de forma más fiel la novela de King —y sin que eso suponga un sacrificio del universo personal que ha ido desarrollando en la serie “La maldición de Hill House”—, establece un relato coral, de múltiples personajes. Aparte de la pareja conformada por Daniel y Abra, incluye a una secta de videntes con poderes similares pero del signo del mal, liderados por la bella y manipuladora Rose (Rebecca Ferguson).

Un tono intimista impregna todos los planos de “Doctor sueño”, con una fotografía en clave baja y de texturas veladas, nocturnas, que buscan ese lado de sombra para el que ha sido tan esquivo el cine de imágenes realistas y transparentes del nuevo milenio. Entonces, las videncias de Danny o de Abra, capaces de percibir telepáticamente el peligro que corren otros como ellos, tienen un lado enigmático, un trasfondo oscuro, atemporal.

Así como los protagonistas adivinan la llegada de la muerte, también deben luchar con su propia soledad. La condición incomprendida que significa tener poderes extraordinarios los hace sufrir, por lo que deben aliarse. Por otro lado, su amistad se probará en el enfrentamiento con el grupo de Rose, especies de vampiros que pueden vivir por centurias gracias a la esencia espiritual que beben de sus víctimas.

En el fondo, todas estas son figuras fantásticas de un cine espiritualista, donde los antihéroes sufren también por un pasado que los persigue a donde quiera que vayan. La pregunta es: ¿hasta qué punto pueden ser devorados por los fantasmas del pasado? De hecho, en una secuencia la malvada Rose trata de ingresar al archivo de memorias de Abra. Todos son combates mentales, tema que intersecta a King con Flanagan y Kubrick.



Un tono intimista impregna todos los planos de “Doctor sueño”, con una fotografía en clave baja y de texturas veladas, nocturnas, que buscan ese lado de sombra para el que ha sido tan esquivo el cine de imágenes realistas y transparentes del nuevo milenio.

Otro punto fuerte de este filme melancólico, susurrante e hipnótico, es la dirección de actores. Flanagan está, en ese sentido, en las antípodas de un cine efectista. Hasta en las escenas más sangrientas, que las hay, el horror es muy reflexivo, psicológico, evocativo, más en el interior de la psique del personaje, que en sus vísceras. Por eso las actuaciones son contenidas, meditabundas, concentradas, hechas de miradas subrepticias.

Y detrás de ese Estados Unidos hecho de errabundos, de círculos de rehabilitación de adicciones, de solitarios que cargan con sus penas, hay una poética del tiempo. Esto incluye el homenaje a “El resplandor” de Kubrick. Flanagan remite todo el combate espiritual de sus personajes al recinto maldito en el que Jack Nicholson perseguía con un hacha a su esposa e hijo. Con un giro revelador, se nos hace patente que la película que vemos tiene una memoria que le da su sentido más profundo: el filme de Kubrick. El regreso al Hotel Overlook será, entonces, un viaje proustiano, una búsqueda del tiempo perdido: “Doctor sueño” se convierte en una apasionante arqueología del cine mismo.

Ficha técnica

Título original: Doctor Sleep

Género: Drama, horror

País y año: EEUU, 2019

Director: Mike Flanagan

Actores: Ewan McGregor, Rebecca Fergusson, Kyliegh Curran

Calificación: 4 estrellas.


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