Estudiantes universitarios y secundarios mantienen desde hace casi cinco meses un conflicto con el gobierno por sus demandas de cambios en la educación chilena, especialmente por el término del lucro en establecimientos que reciben aportes estatales y educación superior gratuita.
Los secundarios, además, luchan por el término de la dependencia de los colegios de las municipalidades.
Una mesa de diálogo entablada entre el gobierno y los estudiantes y el Colegio de Profesores fracasó apenas se instaló ocho días atrás por la negativa del ministro de Educación, Felipe Bulnes, a acceder a la gratuidad por considerar que es una medida regresiva que favorece a los ricos. Pero los estudiantes sostienen que una reforma tributaria que recaudara unos 1.800 millones de dólares anuales financiaría la gratuidad.
El gobierno rechaza por ahora una reforma tributaria, que también apoya la oposición política centroizquierdista.
Los universitarios reanudarán la próxima semana sus movilizaciones y marchas de protesta. Mientras tanto, este jueves tres de sus dirigentes, entre ellos los voceros Camila Vallejo y Giorgio Jackson, viajaron a Europa para exponer ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sus demandas y reunirse con otros sectores para dar cuenta del conflicto.