La fragata Libertad, el buque escuela de la Armada, se aproximaba el miércoles a la costa argentina tras haber estado retenido más de dos meses en un puerto de Ghana por una demanda de bonistas que litigan contra el país sudamericano.

La presidenta Cristina Fernández encabezará por la noche un acto para recibir el navío, que se encontraba a primeras horas del miércoles a unos 8 kilómetros del puerto de Mar del Plata, balneario situado a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Miles de simpatizantes de Fernández viajaron a la ciudad costera para apoyar a la dirigente peronista en un acto convocado como un festejo pero con fuerte significado político. El gobierno logró el 15 de diciembre que el Tribunal Internacional del Derecho del Mar fallara a favor de la liberación del buque, embargado en Ghana a raíz de la demanda de inversores internacionales que exigían el pago de 370 millones de dólares por bonos de la deuda en cese de pagos desde fines de 2001.

Es un acontecimiento histórico que congregará a miles y miles de personas, declaró hoy a los medios el alcalde de Mar del Plata, Gustavo Pulti.

La mayoría de los miembros de la oposición no acudirá a Mar del Plata para recibir al buque escuela por considerar que la presidenta encabezará un acto partidario. Los críticos al gobierno cuestionaron que las autoridades no previeran que el buque podía ser objeto de un embargo por las demandas de bonistas litigantes en las aguas de Ghana y de otros países donde en octubre realizaba su viaje de instrucción.

Las principales organizaciones oficialistas movilizaron a miles de militantes en micros para que arropen a la mandataria en el acto donde subirá a la fragata para saludar a la tripulación y luego se dirigirá a la población con un discurso.

La Argentina no acepta extorsiones y los fondos buitre deben entender que nuestro gobierno toma sus propias decisiones independientemente de los grupos de presión externos e internos, dijo un comunicado de la Corriente Nacional de la Militancia.

Fernández sostiene que la fragata es un símbolo de soberanía y su regreso supone una victoria para el país.

La mandataria se negó a pagar lo que le exigían los bonistas litigantes a los que denomina fondos buitre por considerar que compraron bonos a un precio de ganga durante la crisis de 2001 y 2002, posteriormente no aceptaron ingresar en sendos canjes de deuda realizados por el país en 2005 y 2010 con importantes descuentos de capital y aceptados por 93% de los bonistas y que ahora pretenden cobrar la totalidad del valor de los títulos.

En tanto, activistas antigubernamentales repartieron volantes en Mar del Plata convocando a un cacerolazo de protesta a las 18:00 horas (21:00 GMT), cuando está prevista la llegada del buque a la ciudad, llena de turistas que pasan sus vacaciones estivales. Si era por vos, Cristina, se podían quedar con la fragata. Basta de inseguridad, corrupción, inflación, por una justicia independiente, señalan los volantes.