El huracán Katrina provocó inundaciones que dejaron al 80% de la ciudad de Nueva Orleans, en Luisiana, bajo el agua durante días.
El huracán Katrina provocó inundaciones que dejaron al 80% de la ciudad de Nueva Orleans, en Luisiana, bajo el agua durante días.
/ Agencia AFP
Redacción EC

Hace 17 años, el sureste de fue escenario del que hasta hoy es considerado como el huracán más mortífero y destructivo de su historia.

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El 23 de agosto del 2005, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos reportó la formación de una depresión tropical cerca de las Bahamas que comenzó a avanzar hacia el norte provocando intensas lluvias.

Dos días más tarde llegaría al sur de Florida ya convertido en una tormenta de categoría 1 bautizada como Katrina y se debilitaría al tocar tierra; sin embargo, tan solo una hora más tarde recuperaría su fuerza al ingresar al Golfo de México.

Para el 27 de agosto Katrina se había convertido en una tormenta de categoría 3 en la escala Saffir Simpson, por lo que calificaba como el tercer gran huracán de la temporada. Los pronósticos iniciales de la agencia climática NOAA, además, variaron pues el huracán no continuó avanzando hacia el norte, al estado de Georgia, sino que viró al oeste, apuntando al estado de Luisiana.

El gobierno federal, encabezado por el republicano George W. Bush, declaró ese mismo día el estado de emergencia en los estados de Luisiana, Alabama y Misisipi.

Lo peor, sin embargo, aún estaba por llegar. El 28 de agosto del 2005, Katrina registró vientos de hasta 280 kilómetros por hora, convirtiéndose en pocas horas en un huracán de categoría 5.

La clasificación de huracanes Saffir-Simpson. Katrina alcanzó la categoría 5 tras registrar vientos de hasta 280 kilómetros por hora.
La clasificación de huracanes Saffir-Simpson. Katrina alcanzó la categoría 5 tras registrar vientos de hasta 280 kilómetros por hora.
/ BBC News Mundo

En este punto, los científicos ya pronosticaban que Katrina provocaría un desastre de grandes magnitudes, amenazando principalmente a la ciudad de Nueva Orleans, la más poblada de Luisiana y en la que el 70% de su superficie se encuentra por debajo del nivel del mar.

Ante ello, el alcalde Ray Nagin ordenó la evacuación obligatoria de la ciudad y se abrieron puntos seguros como el Luisiana Superdome, que llegó a albergar hasta 26 mil personas.

Un día más tarde, Katrina volvería a tocar tierra, arrasando con los diques de Nueva Orleans y devastando la ciudad, al igual que en las costas de Misisipi, provocando en total miles de muertes y millonarios daños en al menos cinco estados.

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