El Movadef y el tiro por la culata, por Cecilia Valenzuela
El Movadef y el tiro por la culata, por Cecilia Valenzuela
Redacción EC

El sábado, después de una audiencia de 7 horas, el juez a cargo del Caso Movadef, decidió de los 28 detenidos en el operativo que los apresó debían quedarse en prisión durante su enjuiciamiento. Los demás se fueron a su casa, y solo tendrán que observar una que otra norma de conducta fuera de lo común mientras dure su proceso.

Las actividades que realizan estos sujetos son peligrosísimas, y los cargos que enfrentan, gravísimos; sin embargo, la Brigada Especial de Inteligencia, que determinó la fecha y oportunidad de sus capturas, no logró las pruebas necesarias para demostrarle al juez que ellos integran la organización terrorista Sendero Luminoso. Los documentos encontrados en el allanamiento de las celdas de los dirigentes senderistas, el mismo día de las capturas  de los cabecillas del Movadef, no habrían sido suficientes.

Para apurar el operativo, la Brigada Especial entregó como pruebas los resultados de la intervención telefónica que se realizó para atrapar ‘Artemio’, también las declaraciones de los arrepentidos que colaboraron en esa captura; pero la detención de ese terrorista ocurrió en el 2012 ¿Qué ha hecho la unidad destacada al Movadef desde ese entonces?

¿Por qué no se contempló el riesgo de terminar beneficiando a esa agrupación subversiva, cuyos actuales dirigentes terminarán fortalecidos ante los ojos de sus seguidores? La última encuesta de Ipsos Perú revela que el 22% de la población piensa que el Movadef es un movimiento independiente que no forma parte de SL; pero lo peor es que quienes piensan así viven mayoritariamente en el interior. Y con mucho menos, Abimael Guzmán, convirtió nuestro país en un infierno.

El 13 de abril, la jefatura de la Brigada Especial le entregó al programa “Cuarto poder”, imágenes de ellos mismos, aplaudiendo y ‘autoarengándose’, mientras tachaban en una pizarra los nombres de los dirigentes del Movadef que iban siendo interceptados por la Policía y la fiscal; eso a pesar de que los detenidos eran personas que circulaban abiertamente y que no estaban ni siquiera en la semiclandestinidad. 

Fuentes destacadas refieren que quien apuró el operativo y se ocupó de su publicidad, fue el general Vicente Álvarez Moreno, apartado ahora de la jefatura de la Dircote por el escándalo del robo y la comercialización del combustible asignado a esa dependencia, pero ubicado, de manera interina en la Dirección de Inteligencia de la Policía (Dirin).

El 10 de abril, cuando el Ministro Walter Albán lo mandó sacar de la mesa donde estaban sentados los jefes policiales y militares que lo acompañarían a él y al fiscal Cubas a anunciar los resultados del operativo “Perseo 2014”, el general Álvarez se enfureció y dijo, sin cuidar que lo escucharan otras personas, que Albán empezaba su cuenta regresiva, porque a él no lo sacaba nadie.

El presidente Humala también fue utilizado para avalar el deficiente operativo. Mientras se encontraba de visita oficial en Canadá, fue informado de las detenciones y se vio obligado a declarar sin conocer los detalles de la investigación ni la calidad de las pruebas.