(Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)
(Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)
Paulo Rosas Chávez

El ex ministro busca postular a la alcaldía de Lima con su movimiento Contigo Ciudadano. Él confía en que logrará conseguir las 298.000 firmas necesarias para inscribirlo antes de mitad de año.

En entrevista con El Comercio, el ex funcionario de los dos gobiernos de Alan García negó tener algún vínculo con el Caso Odebrecht, en específico por el metro de Lima, por el que fue llamado a declarar como testigo por la fiscalía y la Comisión Lava Jato.

Por ese caso, el ex viceministro de Comunicaciones Jorge Cuba y otros ex funcionarios del MTC cumplen prisión preventiva. Enrique Cornejo rechaza cualquier nexo con ellos.

—Usted llevó al señor Jorge Cuba al viceministerio de Comunicaciones, ¿tenía su entera confianza?
Sí, yo lo llevo pero yo no para hacer esas cosas. Claramente, llevaba una vida paralela que tendrá que explicar. Lo más importante es que el caso del tren eléctrico es precisamente el que tiene mayores cuidados de mi parte. [...] Yo estoy muy orgulloso de esa obra, lamento que se haya manchado porque algunas personas se equivocaron y trabajaron en paralelo una acción dolosa que en su momento sabremos que carácter tuvo.

—Cuando a Alan García se le consulta sobre el tema, él y sus voceros recuerdan que usted llevó a Cuba y que este llevó al resto.
A Cuba yo lo nombré junto al presidente de la República, pero yo no lo nombre para que haga eso. Es más, en sus funciones no tenía nada que ver el tren eléctrico como tal. Él no tenía que intervenir en ese concurso y lo hizo de manera individual y absolutamente sin mi conocimiento.

—¿Ha podido conversar con Cuba sobre el tema?
No, no converso con él desde hace mucho tiempo y en cuanto a las otras personas, ellas también tendrán que explicar por qué lo hicieron y en nombre de quién hicieron eso.

—¿No tiene temor de que este tema le pase factura en una eventual campaña?
Más allá de la factura que algunos miembros de mi ex partido me quisieron cobrar cuando intenté ser secretario general, no voy a tener. Después de ese doctorado en ataque que tuve que resistir, cualquier otro es absolutamente más benigno. Como dicen, cuídate de los que están contigo más que de tus enemigos. Lo que algunos dirigentes me hicieron, que me impidieron incluso entrar al partido y hablar, me ha preparado para cualquier circunstancia.

Lea mañana la entrevista completa en la edición impresa y digital de El Comercio. 

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