Víctor Reyes Parra

El 2022 se cerró con una cifra récord de agresiones contra la libertad de prensa en el Perú. Entre enero y diciembre del año pasado, se registraron 303 ataques contra periodistas y medios de comunicación en todo el territorio nacional, de acuerdo con un informe elaborado por la (ANP) al que tuvo acceso El Comercio.

En un año marcado por la polarización política, un proceso electoral regional y municipal, y convulsiones sociales, diciembre fue el mes en el que más agresiones se registraron: 63. Estuvieron ligadas a las protestas y movilizaciones posteriores al golpe de Estado de Pedro Castillo y la asunción de Dina Boluarte como presidenta.

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Luego sigue abril (34), donde las agresiones estuvieron ligadas a manifestaciones relacionadas con el paro agrario y trabas en coberturas periodísticas. En tercer lugar está setiembre (28), con casos ligados a la cobertura de las campañas del proceso electoral municipal y regional que culminó el 2 de octubre pasado.

El documento detalla los tipos de ataques registrados. Aproximadamente dos tercios corresponden a agresiones físicas y verbales contra periodistas (103) y a amenazas u hostigamiento (109). También hubo trabas al acceso a la información, intimidación judicial, discursos estigmatizantes, amenazas legislativas, detenciones y robos.

En cuanto al agente agresor, más de la mitad de las arremetidas (156) provinieron de civiles. También hubo ataques de funcionarios (79) y agentes de seguridad (79), mientras que en 26 casos no se pudo identificar al autor de la agresión.

Adicionalmente, el documento arroja que la mayoría de las agresiones fueron contra periodistas de medios digitales (129), pero también contra reporteros de medios televisivos (97), radiales (57) y escritos (20).

En términos territoriales, la mayoría de las agresiones ocurrió en Lima (149). A la capital, según el informe, le siguen las provincias de Arequipa (14), Ica (13), Huaura (10), Callao (7) y Tocache (7).

Así, en diciembre, el mes con más agresiones, la mayoría provino de parte de civiles, ocurrieron principalmente en Lima y casi la mitad fueron contra medios televisivos.

Sin precedentes

Zuliana Lainez, presidenta de la ANP, destacó que una cifra tan alta como la registrada en el 2022 no tiene precedentes. “Venimos haciendo reportes del estado de la libertad de prensa desde el 2005 y esta es la cifra más alta que hemos registrado. Probablemente los años más complicados en cercanía hayan sido el 2017 y 2020, poco más de 200, pero nunca habíamos superado la línea de los 300″, comentó a este Diario.

Al analizar lo casos, Lainez atribuyó el incremento a tres factores: las elecciones regionales y municipales, los discursos estigmatizantes contra la prensa que manejaron el expresidente Pedro Castillo y el ex primer ministro Aníbal Torres, y la convulsión sociopolítica de diciembre pasado.

“La escalada de la estigmatización ha sido compleja, pero también hay un clima hostil desde la población frente a la labor de la prensa. Ha habido casi una tormenta perfecta con estos factores que han hecho que sea un año muy complejo para la prensa”, subrayó.

Por otro lado, remarcó que fue un año con cifras récord de trabas de acceso a la información. Ello tanto en lo referido a las negativas de integrantes del Poder Ejecutivo para declarar y los cordones policiales para evitar el acercamiento de la prensa al expresidente Pedro Castillo, como en los impedimentos para que periodistas accedan físicamente al Congreso de la República durante la primera mitad del año.

De cara a este nuevo año, Lainez recordó que el Estado está obligado a “garantizar la seguridad de los periodistas que están haciendo cobertura del conflicto social, protegerlo de posibles agresiones de manifestantes, pero también exigirles a los policías que respeten el protocolo que tienen para cobertura de movilización”.

En tanto, indicó que en el Legislativo aún no se archivan los cinco proyectos de ley presentados en el 2022 que atentarían contra la libertad de expresión. “Una buena señal sería que los manden al archivo. Y el Poder Judicial también tiene responsabilidad. La cuarta cifra más alta [de agresiones] es la que tiene ver con el acoso judicial”, agregó.

Finalmente, la presidenta de la ANP recordó casos de ataques graves contra la prensa. Por ejemplo, la agresión de manifestantes a la corresponsal de RPP en Huancavelica, reportada el 14 de diciembre, a quien se le quitó el celular y se intentó arrebatar el chip del equipo y borrar sus registros.

“Llama la atención que en estas protestas en que el clima contra el periodismo ha sido hostil, una de las cosas principales que movían los ataques era impedir coberturas”, sentenció Lainez.