NELLY LUNA AMANCIO

Cinco desconocidos insultándolo. Una persecución. El pedido de auxilio y una patrulla policial que le responde “ese es tu problema”. Una navaja y una botella rota contra su cuerpo, una y otra vez. Ciento ochenta puntos para suturar las decenas de cortes en su rostro. Todo ocurrió la noche del 27 de octubre del 2007.

Edgar Peña Tuanama, travesti de 32 años, recuerda cada detalle de aquella agresión. Trabajaba como promotor del Ministerio de Salud en Ate educando sobre métodos de prevención de VIH. Ese día, de pronto y sin motivo aparente, cinco desconocidos comenzaron a insultarlo y perseguirlo. Una patrulla de la Dinoes estaba cerca, pero los policías le negaron su ayuda. Al final, sus victimarios lo alcanzaron con una botella rota y una navaja, no le robaron nada, le cortaron la cara y el cuerpo, una y otra vez.

Edgar Peña sobrevivió a esa violencia. Y con el apoyo legal del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) denunció a los responsables ante el Poder Judicial. “Nunca se logró identificar a los agresores, pero sí a los policías que no cumplieron con su deber de darle auxilio. Ellos ya han sido condenados en primera instancia”, cuenta Beatriz Ramírez, abogada de esa institución.

Pero no siempre es fácil identificar a los responsables y, sobre todo, sancionarlos. Ese es el caso de Luis Alberto Rojas, un joven homosexual de 26 años que en febrero del 2008 habría sido insultado, agredido y violado con una vara de goma por tres policías del distrito de Casa Grande, en La Libertad. “Lo levantaron en la calle y lo ultrajaron dentro de la comisaría, pero la fiscalía, pese a las pruebas existentes, archivó el caso, por eso hemos decidido acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Abusaron de este joven solo porque era homosexual, para nosotros este fue un delito motivado por el odio”, explica Ramírez.

VÍCTIMAS DEL PREJUICIO Un delito de odio –de acuerdo con la legislación internacional– es cualquier forma de violencia motivada por el prejuicio hacia una determinada religión, incapacidad física, nacionalidad, grupo étnico u orientación sexual. El ensañamiento es una de sus principales características.

En el país no hay cifras oficiales ni entidades del Estado que reporten el número de víctimas de este tipo de violencia, pero las organizaciones de derechos humanos sostienen que estos casos son más frecuentes contra la población homosexual. Lo que sí existe es un registro de las agresiones que se difunden en los medios de comunicación masiva.

Entre el 2006 y 2010, según el reporte del Movimiento Homosexual de Lima (MHOL), 249 personas homosexuales fueron asesinadas. Por su parte, el informe anual sobre los derechos de personas lesbianas, gays, trans y bisexuales (LGTB) del 2010, promovido por la red LGTB y Promsex, reporta que el año pasado 18 personas fueron asesinadas y otras 19 agredidas físicamente.

Sin embargo, debido a la precariedad de la sistematización, esta cifra no representa la real dimensión de la violencia en todo el país, dicen los representantes de estas organizaciones. Tampoco se puede determinar cuántos de ellos pudieron ser víctimas de un crimen motivado por el odio.

PROPUESTA LEGISLATIVA La Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso aprobó en junio del 2010 un dictamen (proyecto de ley 3584/2009) que agrava las penas para los crímenes motivados por el odio por orientación sexual, raza, religión, grupo étnico e idioma. “En estos casos, el juez podrá aumentar la pena hasta en un tercio por encima del máximo legal fijado, no pudiendo exceder de 35 años de cárcel”, se lee en el documento.

El dictamen –ahora archivado, pero que el siguiente Congreso podría retomar– plantea, por ejemplo, incrementar el mínimo de la pena por asesinato de 15 a 20 años, y, en caso de lesiones graves, el máximo de 8 años a 10 años. La abogada de Promsex precisa: “La propuesta no crea nuevos delitos, solo incrementa las penas a los delitos ya existentes cuando es posible probar que se ha cometido un crimen motivado por el odio hacia la víctima”.

La propuesta para agravar los crímenes de odio ha sido impulsada por las organizaciones gay en Lima, pero ha contado con el respaldo de colectivos como el de los afrodescendientes.

Mónica Carrillo, presidenta del Centro de Estudios Afroperuanos Lundu, sostiene que el nivel de agresión contra la población homosexual en el país es mayor que con otros grupos. “Hay agresión contra otras poblaciones como la afrodescendiente, pero en el caso de la comunidad homosexual estas agresiones son físicas y muchas veces terminan en asesinatos, ellos constituyen en el Perú el grupo más vulnerable de crímenes de odio”.

EE.UU. y varios países de la Unión Europea han logrado avances jurídicos para enfrentar estos crímenes. “La legislación peruana es muy pobre. Últimamente, en Ecuador y Bolivia se ha incluido en la Constitución la no discriminación por orientación sexual, y parece que aquí seguimos discutiendo si los homosexuales tienen o no derechos”, enfatiza el ex procurador Ronald Gamarra.

AGRESIONES TERRORISTAS Los prejuicios y odios contra la población homosexual datan de hace años, pero una de sus etapas más dramáticas se registró durante la violencia terrorista. “Las organizaciones terroristas no solo asesinaban a quienes no pensaban como ellos, también, de una manera cobarde, sobre todo el MRTA, mataban y torturaban a miembros de la comunidad homosexual bajo la premisa de una limpieza social”, señala Gamarra.

En su informe final, la Comisión de la Verdad y Reconciliación reporta el asesinato de 10 gays y travestis en Aucayacu (1986), 8 en Pucallpa (1988) y otras 8 en Tarapoto (1989). Medios voceros de los grupos sediciosos, como “Cambio”, reivindicaban estos asesinatos. Gamarra dice que el Estado tiene una deuda pendiente: “Se tiene que normar para garantizar la igualdad y evitar los prejuicios, que son la base del odio”.

En tal sentido, la Municipalidad de Lima viene impulsando una ordenanza que promueve la no discriminación en locales públicos. El regidor Manuel Cárdenas lo explica: “Es importante educar contra el estigma, solo así se evitarán los actos de violencia futura contra los que otros consideran que son diferentes”.

SEPA MÁS 81 ASESINATOS Esa es la cifra de crímenes contra homosexuales registrados el 2008, según documentos del Movimiento Homosexual de Lima. En el 2009, las víctimas sumaron 45.

46% AGREDIDOS POR SERENAZGO Un estudio del Instituto Runa (realizado entre la comunidad trans de Lima) señala que el 46% de las agresiones fue cometido por miembros del Serenazgo de Lima.

31% AGREDIDOS POR LA POLICÍA Según el mismo estudio del Instituto Runa, las víctimas atribuyen como responsables del 31% de las agresiones a integrantes de la Policía Nacional.

2009 TAREA DE INDECOPI El Estado Español crea la Fiscalía Especial de Delitos de Odio y Discriminación en Cataluña, una iniciativa pionera que comenzó como una lucha contra la homofobia.